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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Ni un solo día más

Es la devastación ideológica, el arrinconamiento facineroso al pensamiento de izquierdas en cualquiera de sus manifestaciones, siquiera la más blanda, la de la protección social básica. La presión social ha llevado a Rajoy a mantener la ayuda extrema de los 400 euros, pero transformándola de tal manera que se va a convertir en una caricatura solo apta para los que están en situación límite y haciendo un tenaz esfuerzo para demostrarlo. Los demás tendrán que resignarse a ver cómo el Gobierno les abandona a su suerte y cómo encima les pide que hagan un mayor esfuerzo por reincorporarse a un mercado laboral lastrado por la crisis y por la reforma legal que ha aprobado el mismo Gobierno que les insulta. Ante este tsunami fascista solo queda la rebelión y solidarizarnos con los millones de trabajadores, asalariados, autónomos y desempleados que votaron al Partido Popular creyéndose sus mentiras. Mariano Rajoy no está respondiendo a esas personas que confiaron en él, no está legitimado para presidir un Gobierno que hace exactamente lo contrario que prometió, aun conociendo por experiencia propia o por los errores de sus predecesores lo que se nos venía encima. No está legitimado para continuar siendo presidente un solo día más.

Es la devastación ideológica, el arrinconamiento facineroso al pensamiento de izquierdas en cualquiera de sus manifestaciones, siquiera la más blanda, la de la protección social básica. La presión social ha llevado a Rajoy a mantener la ayuda extrema de los 400 euros, pero transformándola de tal manera que se va a convertir en una caricatura solo apta para los que están en situación límite y haciendo un tenaz esfuerzo para demostrarlo. Los demás tendrán que resignarse a ver cómo el Gobierno les abandona a su suerte y cómo encima les pide que hagan un mayor esfuerzo por reincorporarse a un mercado laboral lastrado por la crisis y por la reforma legal que ha aprobado el mismo Gobierno que les insulta. Ante este tsunami fascista solo queda la rebelión y solidarizarnos con los millones de trabajadores, asalariados, autónomos y desempleados que votaron al Partido Popular creyéndose sus mentiras. Mariano Rajoy no está respondiendo a esas personas que confiaron en él, no está legitimado para presidir un Gobierno que hace exactamente lo contrario que prometió, aun conociendo por experiencia propia o por los errores de sus predecesores lo que se nos venía encima. No está legitimado para continuar siendo presidente un solo día más.