El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Soria, en su Casa Palacio
Anda la oposición en el Cabildo grancanario con ese sabor agridulce que le entra a menudo a quien intenta competir con Soria en inferioridad de condiciones. Tratan de seguir con lupa la contratación estrella del rutilante reinado de su Excelencia, pero se tropiezan con sus propias incapacidades y con el telón de acero que cae siempre en los momentos cruciales de la obra, es decir, cuando está a punto de ser adjudicada. La obra, cómo no, es la reforma y ampliación de la Casa Palacio insular, un proyecto para el que Soria ha sido capaz incluso de hacer aquella famosa operación del polígono de Arinaga, ¿recuerdan? Pues eso, la operación que le ha llevado a él y llevará a Arnáiz a los tribunales. Y la cosa no es un cuento. Soria está tan afanado en este proyecto, original de Alejandro de la Sota, que hasta se constituyó el otro día en la Comisión de Contratación a presidir la apertura de plicas. Casi nada.
Anda la oposición en el Cabildo grancanario con ese sabor agridulce que le entra a menudo a quien intenta competir con Soria en inferioridad de condiciones. Tratan de seguir con lupa la contratación estrella del rutilante reinado de su Excelencia, pero se tropiezan con sus propias incapacidades y con el telón de acero que cae siempre en los momentos cruciales de la obra, es decir, cuando está a punto de ser adjudicada. La obra, cómo no, es la reforma y ampliación de la Casa Palacio insular, un proyecto para el que Soria ha sido capaz incluso de hacer aquella famosa operación del polígono de Arinaga, ¿recuerdan? Pues eso, la operación que le ha llevado a él y llevará a Arnáiz a los tribunales. Y la cosa no es un cuento. Soria está tan afanado en este proyecto, original de Alejandro de la Sota, que hasta se constituyó el otro día en la Comisión de Contratación a presidir la apertura de plicas. Casi nada.