El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Pero Soria se dedica a repartir consejos
Del otro prohombre de la gaviota que el ecologismo patrio apunta a hacedor de la nueva Ley de Costas, José Manuel Soria, poco se sabe a qué intereses responde esas influencias de las que no ha querido, de momento, hacer gala a la hora de modular -ese verbo- la norma aprobada. En realidad, Soria en sí es un compendio de intereses dispares, que ya tratan de desentrañar allende los mares en clave costera. Mientras tanto, al ministro canario también de Turismo le da por repartir consejos urbi et orbe, como este mismo lunes en un foro que ha organizado la cadena Ser, y en el que es capaz sin cortarse un pelo y casi sin pestañear, de criticar cómo se descuida, según su excelencia, el turismo en las Islas justo un segundo y medio después de poner próxima la fecha a las autorizaciones formales para las catas a la búsqueda de petróleo frente a las playas de Lanzarote y Fuerteventura. Todo un crack este hombre del interés general, incordio y mosca cojonera del Gobierno de Paulino Rivero, hasta el punto de darse de gusto cuando señala en qué se ha de gastar los cuartos esta Comunidad Autónoma que no gobierna, pero que pretende dominar desde la Villa y Corte por medio del Fondo de Liquidez Autonómica al que se va a acoger Canarias. Y es que el zeñorito metió este lunes en el mismo saco de prohibido pagar con el rescate regional dos cosas muy distintas: “nóminas y gastos superfluos”. Por lo superfluo que considera el empleo público que él mismo quiere dirigir, claro. Como si las dos cosas fueran la misma cosa. Es que desde la punta de La Isleta se les ve el plumero y las ganas que tienen de mandar a todos al paro y arruinar más la vida a la gente.
Del otro prohombre de la gaviota que el ecologismo patrio apunta a hacedor de la nueva Ley de Costas, José Manuel Soria, poco se sabe a qué intereses responde esas influencias de las que no ha querido, de momento, hacer gala a la hora de modular -ese verbo- la norma aprobada. En realidad, Soria en sí es un compendio de intereses dispares, que ya tratan de desentrañar allende los mares en clave costera. Mientras tanto, al ministro canario también de Turismo le da por repartir consejos urbi et orbe, como este mismo lunes en un foro que ha organizado la cadena Ser, y en el que es capaz sin cortarse un pelo y casi sin pestañear, de criticar cómo se descuida, según su excelencia, el turismo en las Islas justo un segundo y medio después de poner próxima la fecha a las autorizaciones formales para las catas a la búsqueda de petróleo frente a las playas de Lanzarote y Fuerteventura. Todo un crack este hombre del interés general, incordio y mosca cojonera del Gobierno de Paulino Rivero, hasta el punto de darse de gusto cuando señala en qué se ha de gastar los cuartos esta Comunidad Autónoma que no gobierna, pero que pretende dominar desde la Villa y Corte por medio del Fondo de Liquidez Autonómica al que se va a acoger Canarias. Y es que el zeñorito metió este lunes en el mismo saco de prohibido pagar con el rescate regional dos cosas muy distintas: “nóminas y gastos superfluos”. Por lo superfluo que considera el empleo público que él mismo quiere dirigir, claro. Como si las dos cosas fueran la misma cosa. Es que desde la punta de La Isleta se les ve el plumero y las ganas que tienen de mandar a todos al paro y arruinar más la vida a la gente.