Suárez Trenor, un rezagado del pacto

Quizás la figura menos conocida de las dos más señaladas por el dedo de Garzón sea para los canarios la del presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. Luis Suarez Trenor, sin embargo, lleva una eternidad vinculado a ATI, del que se ha dicho siempre que es su principal benefactor económico por la vía de conseguir el apoyo empresarial, que ya se sabe que existe y se soporta con resignación cristiana. Hace meses que Suárez Trenor no debía estar al frente de los puertos de Santa Cruz de Tenerife porque su destitución estaba incluida en el lote que el PSC negoció con CC para prestarle su apoyo. En ese lote estaba, entre otros, José Manuel Arnáiz, que sí cayó de su trono en los puertos de Las Palmas. Los motivos de la permanencia de Suárez Trenor en su puesto hay que encontrarlos un poco más al sur de la isla, concretamente en Granadilla. Porque en la mesa de seguimiento del pacto los nacionalistas explicaban a los socialistas que había que “mantener a Luis hasta que se apruebe lo de Granadilla, ya saben”. Y los socialistas que son como son, transigieron.

Quizás la figura menos conocida de las dos más señaladas por el dedo de Garzón sea para los canarios la del presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. Luis Suarez Trenor, sin embargo, lleva una eternidad vinculado a ATI, del que se ha dicho siempre que es su principal benefactor económico por la vía de conseguir el apoyo empresarial, que ya se sabe que existe y se soporta con resignación cristiana. Hace meses que Suárez Trenor no debía estar al frente de los puertos de Santa Cruz de Tenerife porque su destitución estaba incluida en el lote que el PSC negoció con CC para prestarle su apoyo. En ese lote estaba, entre otros, José Manuel Arnáiz, que sí cayó de su trono en los puertos de Las Palmas. Los motivos de la permanencia de Suárez Trenor en su puesto hay que encontrarlos un poco más al sur de la isla, concretamente en Granadilla. Porque en la mesa de seguimiento del pacto los nacionalistas explicaban a los socialistas que había que “mantener a Luis hasta que se apruebe lo de Granadilla, ya saben”. Y los socialistas que son como son, transigieron.