Sutil, perdido

En este ambiente tan irrespirable, donde los técnicos ya no saben con quién hablar para que nadie les señale en una o en otra dirección, al juzgado o a la calle expedientado, se producirá este lunes un relevo al frente de la Secretaría General del Ayuntamiento de Mogán. Lidia Quintana Álamo tomará posesión del puesto de secretaria accidental en sustitución temporal de Ángel Sutil, uno de los imputados en la causa. De Sutil sabemos que está en el asunto por no haber actuado con más diligencia cuando empezó a ver pasar ante sí el trasiego de góndolas para arriba y góndolas para abajo, con Paquirrín saludando desde la popa con aire de felicidad y ceñida camiseta a rayas. Desconocemos, por lo demás, las razones oficiales esgrimidas por Sutil para abandonar el puesto del “pajarito que ha comido alpiste de los demás”, pero seguramente le resultará bastante saludable hacerlo, después de haber llegado a Mogán a vivir la vida y encontrarse con la dura realidad. Deseamos, por lo tanto, mucha suerte a la señora Quintana. Y que no se asuste mucho con lo que pueda ver.

En este ambiente tan irrespirable, donde los técnicos ya no saben con quién hablar para que nadie les señale en una o en otra dirección, al juzgado o a la calle expedientado, se producirá este lunes un relevo al frente de la Secretaría General del Ayuntamiento de Mogán. Lidia Quintana Álamo tomará posesión del puesto de secretaria accidental en sustitución temporal de Ángel Sutil, uno de los imputados en la causa. De Sutil sabemos que está en el asunto por no haber actuado con más diligencia cuando empezó a ver pasar ante sí el trasiego de góndolas para arriba y góndolas para abajo, con Paquirrín saludando desde la popa con aire de felicidad y ceñida camiseta a rayas. Desconocemos, por lo demás, las razones oficiales esgrimidas por Sutil para abandonar el puesto del “pajarito que ha comido alpiste de los demás”, pero seguramente le resultará bastante saludable hacerlo, después de haber llegado a Mogán a vivir la vida y encontrarse con la dura realidad. Deseamos, por lo tanto, mucha suerte a la señora Quintana. Y que no se asuste mucho con lo que pueda ver.