Los temblores y complejos de don Pepito

Ya no sabemos cómo analizar los desquiciantes editoriales del periódico El Día, que merecen un repaso cotidiano para ir pulsando la evolución del deterioro intelectual e ideológico que sufren quien los inspira y quienes los escriben con tanta pasión. Este miércoles volvió don Pepito sobre sus reveladores complejos ante la Justicia, donde no atina ni una, y no porque sean ciertas sus acusaciones de que los jueces españoles lo persiguen cruelmente, sino porque bordea tantas veces la ilegalidad que es normal que se maje los dedos un día sí y otro también. Ahora le ha dado por acusarnos de saber cuál va a ser el resultado de la querella que le metió Santiago Pérez simplemente por haber publicado aquí mismo una pieza titulada “¿Perderá el juicio don Pepito?” Sus delirios le están conduciendo peligrosamente a perder el sentido del humor porque si se leen bien lo que decimos llegaran a la misma conclusión que nosotros: definitivamente, el juicio perdido es otro.

Ya no sabemos cómo analizar los desquiciantes editoriales del periódico El Día, que merecen un repaso cotidiano para ir pulsando la evolución del deterioro intelectual e ideológico que sufren quien los inspira y quienes los escriben con tanta pasión. Este miércoles volvió don Pepito sobre sus reveladores complejos ante la Justicia, donde no atina ni una, y no porque sean ciertas sus acusaciones de que los jueces españoles lo persiguen cruelmente, sino porque bordea tantas veces la ilegalidad que es normal que se maje los dedos un día sí y otro también. Ahora le ha dado por acusarnos de saber cuál va a ser el resultado de la querella que le metió Santiago Pérez simplemente por haber publicado aquí mismo una pieza titulada “¿Perderá el juicio don Pepito?” Sus delirios le están conduciendo peligrosamente a perder el sentido del humor porque si se leen bien lo que decimos llegaran a la misma conclusión que nosotros: definitivamente, el juicio perdido es otro.