El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
A por la teta en vísperas
Tampoco han cambiado mucho las cosas, pese a la crisis, en el mundillo reivindicativo de la función pública. En determinadas instituciones, sobre todo en las que históricamente se han comportado con mayor vulnerabilidad, se presentan en vísperas electorales todo tipo de conflictos laborales, generalmente con el objetivo de a) pegarse a la teta en el caso de empresas públicas o privadas cercanas a la institución en cuestión; b) reclamar mejoras económicas inasumibles en cualquier otro momento; c) poner contra las cuerdas al grupo gobernante. Exactamente eso viene ocurriendo de un tiempo a esta parte en los alrededores del Cabildo de Gran Canaria, donde se reproducen los conflictos en espacios tan poco administrativos como la central lechera (privatizada por Soria al grito de “el Cabildo no está para yogures”), el matadero insular (privatizado por Soria al grito o lo coges o te vas a enterar), la empresa de recaudación Valora (un invento de Soria para privatizar la gestión tributaria y los padrones municipales) y el Consorcio de Bomberos. Estos últimos, por lo llamativo de su protesta y el servicio que prestan, amenazan con armarla gorda a partir de ahora.
Tampoco han cambiado mucho las cosas, pese a la crisis, en el mundillo reivindicativo de la función pública. En determinadas instituciones, sobre todo en las que históricamente se han comportado con mayor vulnerabilidad, se presentan en vísperas electorales todo tipo de conflictos laborales, generalmente con el objetivo de a) pegarse a la teta en el caso de empresas públicas o privadas cercanas a la institución en cuestión; b) reclamar mejoras económicas inasumibles en cualquier otro momento; c) poner contra las cuerdas al grupo gobernante. Exactamente eso viene ocurriendo de un tiempo a esta parte en los alrededores del Cabildo de Gran Canaria, donde se reproducen los conflictos en espacios tan poco administrativos como la central lechera (privatizada por Soria al grito de “el Cabildo no está para yogures”), el matadero insular (privatizado por Soria al grito o lo coges o te vas a enterar), la empresa de recaudación Valora (un invento de Soria para privatizar la gestión tributaria y los padrones municipales) y el Consorcio de Bomberos. Estos últimos, por lo llamativo de su protesta y el servicio que prestan, amenazan con armarla gorda a partir de ahora.