Tan poco tiempo después

El inspirador y autor de ese boletín tan incendiario no era otro que Ernesto Pérez, que en 2002 todavía no era consejero del Cabildo, pero a eso iba. El 10 de octubre de ese año, este dechado de pulcritud democrática sorprendió a propios y extraños cuando se subió a una guagua que iba a partir para Las Palmas con el objeto de trasladar a los familiares de enfermos mentales que pretendían celebrar una concentración con motivo del Día Mundial de la Salud Mental. El tal Pérez, que es un flecha (en un campamento), les arengó de modo sorprendente: “¡caña, pa'lante! y ¡leña al mono!”, esto último en clara referencia a Román Rodríguez, el entonces presidente del Gobierno. Los 53 pasajeros flipaban en colorines y se preguntaban quién era tan oportunista señor. Pues ya lo conocen, uno de los que ahora se quejan cuando los mismos 53 se manifiestan ante el Cabildo.

El inspirador y autor de ese boletín tan incendiario no era otro que Ernesto Pérez, que en 2002 todavía no era consejero del Cabildo, pero a eso iba. El 10 de octubre de ese año, este dechado de pulcritud democrática sorprendió a propios y extraños cuando se subió a una guagua que iba a partir para Las Palmas con el objeto de trasladar a los familiares de enfermos mentales que pretendían celebrar una concentración con motivo del Día Mundial de la Salud Mental. El tal Pérez, que es un flecha (en un campamento), les arengó de modo sorprendente: “¡caña, pa'lante! y ¡leña al mono!”, esto último en clara referencia a Román Rodríguez, el entonces presidente del Gobierno. Los 53 pasajeros flipaban en colorines y se preguntaban quién era tan oportunista señor. Pues ya lo conocen, uno de los que ahora se quejan cuando los mismos 53 se manifiestan ante el Cabildo.