El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
59'' contra una timba
Se estrenó la Televisión Canaria, La Nuestra de ellos, con su programa de debate, de título sugerente, a la par que adecuado: El Envite. Seguramente estaría en la cabeza de los ideólogos que aquello pareciera una timba, muy al estilo del más seductor de los bochinches y a mayor gloria de la etnografía y el folclor, en lugar de un espacio para contrastar opiniones y generar debate entre la ciudadanía. La casa se preocupó de que hubiera varios periodistas del régimen que arroparan correctamente al presentador, Carmelo Rivero, Premio Canarias de Comunicación (y dos piedras), mezclados con otros que pudieran servir de coartada para que no dijéramos aquí que todo estaba atado y bien atado. El más representativo de la facción nacional-chicharrerista fue sin duda Lito Mesa, que sobrepasó en varios momentos todos los registros del absurdo y la ignorancia, especialmente cuando relacionó cayucos con terrorismo islamista. Por fortuna, allí estuvo ejerciendo de contrapeso Pepe Moreno, de El Día, que logró reconducir al menos un poquito tan alto grado de disparate concentrado en tan pocos metros cuadrados.
Se estrenó la Televisión Canaria, La Nuestra de ellos, con su programa de debate, de título sugerente, a la par que adecuado: El Envite. Seguramente estaría en la cabeza de los ideólogos que aquello pareciera una timba, muy al estilo del más seductor de los bochinches y a mayor gloria de la etnografía y el folclor, en lugar de un espacio para contrastar opiniones y generar debate entre la ciudadanía. La casa se preocupó de que hubiera varios periodistas del régimen que arroparan correctamente al presentador, Carmelo Rivero, Premio Canarias de Comunicación (y dos piedras), mezclados con otros que pudieran servir de coartada para que no dijéramos aquí que todo estaba atado y bien atado. El más representativo de la facción nacional-chicharrerista fue sin duda Lito Mesa, que sobrepasó en varios momentos todos los registros del absurdo y la ignorancia, especialmente cuando relacionó cayucos con terrorismo islamista. Por fortuna, allí estuvo ejerciendo de contrapeso Pepe Moreno, de El Día, que logró reconducir al menos un poquito tan alto grado de disparate concentrado en tan pocos metros cuadrados.