El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El titadine lo pone El Mundo
Todo debía haber quedado en una revolución de un solo día si no fuera porque la tarascada de Salvador Alba contra el presidente del TSJC, que a su vez iba dirigida contra la asociación Jueces para la Democracia, ha terminado por asestar un nuevo golpe de descrédito a la justicia. Un poder tan delicado y siempre en entredicho por su propio papel de árbitro que dirime entre las partes, no puede ser sometido a una presión así por simples motivaciones personales, que es lo que subyace en la queja de la APM, similar a otra que en su día ya resultó archivada por el Consejo General del Poder Judicial. Pero mientras uno va por su promoción profesional, otros aprovechan esas debilidades para fortalecer sus estrategias políticas y convertir una queja sin sentido en una tacha para el comportamiento de todo un colectivo, el de los jueces canarios. Un día antes de que La Provincia publicara una reseña de esa queja de Salvador Alba ante el Poder Judicial el periódico El Mundo ya se refería a ella con un titular muy elocuente: “Jueces contra la Justicia en Canarias”, exactamente el caldo de cultivo que le viene de perilla a José Manuel Soria para fortalecer su teoría de la existencia de magistrados que han dedicado su tiempo a perseguirle a él y a su partido estos últimos años. La mecha la encendió Salvador Alba, el barril de titadine lo ha vuelto a poner El Mundo.
Todo debía haber quedado en una revolución de un solo día si no fuera porque la tarascada de Salvador Alba contra el presidente del TSJC, que a su vez iba dirigida contra la asociación Jueces para la Democracia, ha terminado por asestar un nuevo golpe de descrédito a la justicia. Un poder tan delicado y siempre en entredicho por su propio papel de árbitro que dirime entre las partes, no puede ser sometido a una presión así por simples motivaciones personales, que es lo que subyace en la queja de la APM, similar a otra que en su día ya resultó archivada por el Consejo General del Poder Judicial. Pero mientras uno va por su promoción profesional, otros aprovechan esas debilidades para fortalecer sus estrategias políticas y convertir una queja sin sentido en una tacha para el comportamiento de todo un colectivo, el de los jueces canarios. Un día antes de que La Provincia publicara una reseña de esa queja de Salvador Alba ante el Poder Judicial el periódico El Mundo ya se refería a ella con un titular muy elocuente: “Jueces contra la Justicia en Canarias”, exactamente el caldo de cultivo que le viene de perilla a José Manuel Soria para fortalecer su teoría de la existencia de magistrados que han dedicado su tiempo a perseguirle a él y a su partido estos últimos años. La mecha la encendió Salvador Alba, el barril de titadine lo ha vuelto a poner El Mundo.