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La trama portuaria de los Soria

Repasar aquellos acontecimientos de la trama eólica y el papel de los hermanos Soria convierte en absolutamente inexplicable que Mariano Rajoy haya entregado precisamente esa cartera al mayor del clan, un experto en enfangar el interés general por hacer prevalecer constantemente los suyos y los de sus amigos, como ha quedado patente a lo largo de toda su trayectoria política que, en lo que respecta a las renovables, ha sido sencillamente catastrófica. Porque a su intervención en el escándalo eólico hay que sumar el bloqueo que desde el Cabildo propició a la estación hidroeléctrica de las presas de Chira y Soria. Aquel 2004 pasará a la historia como el de las calamidades para las energías renovables en Canarias a mayor gloria de los pelotazos marca de la casa Soria. Para propiciar el negocio del casero de José Manuel, Luis llegó a formar parte de un viaje oficial a Magdeburgo en compañía de Javier y Juan Ignacio Esquivel y funcionarios de Industria para conocer las turbinas a instalar en Arinaga. Previamente, gracias al buen hacer de los Soria, los Esquivel fueron recibidos en la Autoridad Portuaria de Las Palmas con toda los honores para que conocieran pormenorizadamente la concesión que se les llegó a otorgar con los votos favorables de Luis y José Manuel Soria. De manera incomprensible, la Justicia no los rozó.

Repasar aquellos acontecimientos de la trama eólica y el papel de los hermanos Soria convierte en absolutamente inexplicable que Mariano Rajoy haya entregado precisamente esa cartera al mayor del clan, un experto en enfangar el interés general por hacer prevalecer constantemente los suyos y los de sus amigos, como ha quedado patente a lo largo de toda su trayectoria política que, en lo que respecta a las renovables, ha sido sencillamente catastrófica. Porque a su intervención en el escándalo eólico hay que sumar el bloqueo que desde el Cabildo propició a la estación hidroeléctrica de las presas de Chira y Soria. Aquel 2004 pasará a la historia como el de las calamidades para las energías renovables en Canarias a mayor gloria de los pelotazos marca de la casa Soria. Para propiciar el negocio del casero de José Manuel, Luis llegó a formar parte de un viaje oficial a Magdeburgo en compañía de Javier y Juan Ignacio Esquivel y funcionarios de Industria para conocer las turbinas a instalar en Arinaga. Previamente, gracias al buen hacer de los Soria, los Esquivel fueron recibidos en la Autoridad Portuaria de Las Palmas con toda los honores para que conocieran pormenorizadamente la concesión que se les llegó a otorgar con los votos favorables de Luis y José Manuel Soria. De manera incomprensible, la Justicia no los rozó.