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Tranquilos, que a Brad Pitt le gustó Tindaya

Menos mal que la fauna política tiene entre sus ejemplares a espécimenes como Rita Martín o Águeda Montelongo que permitan, con sus notables aportaciones a la calidad e intelectualidad de los debates, enriquecer, dar brillo y esplendor a los asuntos de lo público. Águeda Montelongo, consejera de Turismo del Cabildo de Fuerteventura, obsequió el lunes a los miembros de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento con una de las razones más contundentes para que el proyecto monumental de Eduardo Chillida en la montaña de Tindaya salga adelante al precio que sea: el actor Brad Pitt conoció la idea en el museo del escultor en Bilbao y se quedó encantado. A sus señorías, que acababan un acalorado debate sobre las numerosas vicisitudes legales sufridas por una idea viciada desde un principio (otra vez Bittini y un Gobierno demasiado condescendiente con el empresario), sólo les quedó levantar la sesión y ponerse manos a la obra. Faltaría más.

Menos mal que la fauna política tiene entre sus ejemplares a espécimenes como Rita Martín o Águeda Montelongo que permitan, con sus notables aportaciones a la calidad e intelectualidad de los debates, enriquecer, dar brillo y esplendor a los asuntos de lo público. Águeda Montelongo, consejera de Turismo del Cabildo de Fuerteventura, obsequió el lunes a los miembros de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento con una de las razones más contundentes para que el proyecto monumental de Eduardo Chillida en la montaña de Tindaya salga adelante al precio que sea: el actor Brad Pitt conoció la idea en el museo del escultor en Bilbao y se quedó encantado. A sus señorías, que acababan un acalorado debate sobre las numerosas vicisitudes legales sufridas por una idea viciada desde un principio (otra vez Bittini y un Gobierno demasiado condescendiente con el empresario), sólo les quedó levantar la sesión y ponerse manos a la obra. Faltaría más.