El truco del almendruco RIC

Les venimos anunciando que el próximo consejo de la Autoridad Portuaria de Las Palmas va ser espectacular. Tendrá lugar, como saben, en Puerto del Rosario, y se presentará rodeado de cañones de proyección, fotos aéreas y animadas presentaciones. Todo ello para contratar lo que no se puede pagar sin ayudas europeas para el Reina Sofía y con la posibilidad de seguir gastando con el sistema del peaje sombra. Ahí va: al contratista le paga el banco, pues una empresa de RIC ha puesto el dinero. Con los beneficios del proyecto, o con los cánones, el Puerto paga la obra, es decir, sin rascarse el bolsillo, sólo avalando. Lo que ponemos en común conocimiento del público en general y de los alcaldes de municipios pobres en particular: así se pueden hacer cosas importantes para sus pueblos. Por cierto, para Arrecife irán 35 millones de euros. A toda prisa, claro. Y sin saber a todas éstas si para entonces Puertos del Estado va a tener sus representantes designados. Si no, parece claro que la falta de legitimidad obligará a un aplazamiento. Lanzarote no se hundirá por eso.

Les venimos anunciando que el próximo consejo de la Autoridad Portuaria de Las Palmas va ser espectacular. Tendrá lugar, como saben, en Puerto del Rosario, y se presentará rodeado de cañones de proyección, fotos aéreas y animadas presentaciones. Todo ello para contratar lo que no se puede pagar sin ayudas europeas para el Reina Sofía y con la posibilidad de seguir gastando con el sistema del peaje sombra. Ahí va: al contratista le paga el banco, pues una empresa de RIC ha puesto el dinero. Con los beneficios del proyecto, o con los cánones, el Puerto paga la obra, es decir, sin rascarse el bolsillo, sólo avalando. Lo que ponemos en común conocimiento del público en general y de los alcaldes de municipios pobres en particular: así se pueden hacer cosas importantes para sus pueblos. Por cierto, para Arrecife irán 35 millones de euros. A toda prisa, claro. Y sin saber a todas éstas si para entonces Puertos del Estado va a tener sus representantes designados. Si no, parece claro que la falta de legitimidad obligará a un aplazamiento. Lanzarote no se hundirá por eso.