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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

''Usted tiene que volver a la facultad''

Cardona no aflojó un punto a lo largo del debate porque, además de defenderse de las acusaciones de Saavedra acerca de la gestión del PP durante los doce años anteriores a la llegada del socialista, tenía que atender los improperios que también le lanzaba la tercera en discordia, una Nardy Barrios muy voluntariosa y con mucha pegada, pero condenada a un papel secundario. El candidato del PP atacaba cada vez que podía, ora por la subida de impuestos (insiste en que los bajará) ora por la pérdida de una subvención para zonas comerciales abiertas, ora por las óperas de Wagner. Cuando parecía que se iba a llevar el rabo y las dos orejas del debate, resurgió Jerónimo Saavedra para reclamarle que volviera a la facultad a “repasar por qué se producen las crisis económicas”, restregarle por el hocico la quiebra en que el PP dejó Guaguas Municipales y recordarle que la trilogía wagneriana no fue iniciativa suya, sino que se programó en el teatro Pérez Galdós en su reapertura, en los estertores del gobierno municipal de la nunca bien ponderada Pepa Luzardo. Los aplausos de ese momento fueron los más atronadores de la noche. Y encima le tocó al alcalde cerrar el debate, oportunidad que aprovechó para leer unos textos de Domingo Doraste, Fray Lesco, sobre la ciudad soñada y unas elocuentes advertencias contra los gafes que acostumbran a interponerse entre el sueño y el futuro.

Cardona no aflojó un punto a lo largo del debate porque, además de defenderse de las acusaciones de Saavedra acerca de la gestión del PP durante los doce años anteriores a la llegada del socialista, tenía que atender los improperios que también le lanzaba la tercera en discordia, una Nardy Barrios muy voluntariosa y con mucha pegada, pero condenada a un papel secundario. El candidato del PP atacaba cada vez que podía, ora por la subida de impuestos (insiste en que los bajará) ora por la pérdida de una subvención para zonas comerciales abiertas, ora por las óperas de Wagner. Cuando parecía que se iba a llevar el rabo y las dos orejas del debate, resurgió Jerónimo Saavedra para reclamarle que volviera a la facultad a “repasar por qué se producen las crisis económicas”, restregarle por el hocico la quiebra en que el PP dejó Guaguas Municipales y recordarle que la trilogía wagneriana no fue iniciativa suya, sino que se programó en el teatro Pérez Galdós en su reapertura, en los estertores del gobierno municipal de la nunca bien ponderada Pepa Luzardo. Los aplausos de ese momento fueron los más atronadores de la noche. Y encima le tocó al alcalde cerrar el debate, oportunidad que aprovechó para leer unos textos de Domingo Doraste, Fray Lesco, sobre la ciudad soñada y unas elocuentes advertencias contra los gafes que acostumbran a interponerse entre el sueño y el futuro.