Valora, por narices

Hace mucho tiempo que las relaciones entre el PSOE y el PP estaban quebradas. La militancia socialista se ha rebelado en varias ocasiones contra su dirección por permitir que en algunos municipios se pudiera mantener un pacto tan inexplicable para muchos. Pero Ángel Víctor Torres estaba cómodo, aparentemente se llevaba bien con su socio, José Mari Ponce, hasta que se descubrió que aquello hacía tiempo que no funcionaba, que había desencuentros. El detonante fue la decisión del PP aruquense de cambiar de empresa de recaudación de tributos para contratar a Valora, que mantiene unos fuertes vínculos con Soria y su Cabildo. Todo se precipitó porque el PP actuó de modo desleal y perretoso, llevando el asunto a hurtadillas (dirige la concejalía de Hacienda hasta este lunes) y enfrentándose a sus socios. Pero el alcalde reaccionó con autoridad, y apoyándose en CC, hizo valer sus criterios.

Hace mucho tiempo que las relaciones entre el PSOE y el PP estaban quebradas. La militancia socialista se ha rebelado en varias ocasiones contra su dirección por permitir que en algunos municipios se pudiera mantener un pacto tan inexplicable para muchos. Pero Ángel Víctor Torres estaba cómodo, aparentemente se llevaba bien con su socio, José Mari Ponce, hasta que se descubrió que aquello hacía tiempo que no funcionaba, que había desencuentros. El detonante fue la decisión del PP aruquense de cambiar de empresa de recaudación de tributos para contratar a Valora, que mantiene unos fuertes vínculos con Soria y su Cabildo. Todo se precipitó porque el PP actuó de modo desleal y perretoso, llevando el asunto a hurtadillas (dirige la concejalía de Hacienda hasta este lunes) y enfrentándose a sus socios. Pero el alcalde reaccionó con autoridad, y apoyándose en CC, hizo valer sus criterios.