El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
¿Dónde van a meter tanto icono y tanto parque?
Pero analicemos con detenimiento la preguntita de marras y el introito a la misma. Si a usted le preguntaran mañana qué le parece que le inviten a comerse una langosta, salvo que sea alérgico al marisco es más que probable que conteste que le parece estupendo. Pero se quedará con las ganas de alguna otra opción que elegir, por ejemplo, ¿en compañía de quién?, ¿con qué vino iría regado el bicho? ¿se incluye el entrante y las toallitas perfumadas? Porque Perfiles hace exactamente eso, presenta a los entrevistados una sola posibilidad, un idílico lugar con 500 aparcamientos (uno de los problemas más graves de Arrecife); un “edificio en altura”, sin especificar si la altura es una planta, dos, o las nueve que prometió Dimas Martín; unas “zonas de ocio” y unas “zonas comerciales” sin especificar volúmenes ni conceptos, así como un espacio de más de 60.000 metros cuadrados para “una gran plaza pública”. La langosta está para comérsela, pero ¿caben tantas cosas en una superficie tasada de 56.535 metros cuadrados, según la frustrada revisión del Plan General de 2007? ¿Por qué no se preguntó por otras opciones, como sólo un gran parque, un auditorio, una zona de expansión deportiva? La encuesta puede ser técnicamente perfecta, pero tiene una carga de capciosidad que tira para atrás. Aún así, con esa venta tan fraudulenta, un 11% de los encuestados dijo abominar de la idea.
Pero analicemos con detenimiento la preguntita de marras y el introito a la misma. Si a usted le preguntaran mañana qué le parece que le inviten a comerse una langosta, salvo que sea alérgico al marisco es más que probable que conteste que le parece estupendo. Pero se quedará con las ganas de alguna otra opción que elegir, por ejemplo, ¿en compañía de quién?, ¿con qué vino iría regado el bicho? ¿se incluye el entrante y las toallitas perfumadas? Porque Perfiles hace exactamente eso, presenta a los entrevistados una sola posibilidad, un idílico lugar con 500 aparcamientos (uno de los problemas más graves de Arrecife); un “edificio en altura”, sin especificar si la altura es una planta, dos, o las nueve que prometió Dimas Martín; unas “zonas de ocio” y unas “zonas comerciales” sin especificar volúmenes ni conceptos, así como un espacio de más de 60.000 metros cuadrados para “una gran plaza pública”. La langosta está para comérsela, pero ¿caben tantas cosas en una superficie tasada de 56.535 metros cuadrados, según la frustrada revisión del Plan General de 2007? ¿Por qué no se preguntó por otras opciones, como sólo un gran parque, un auditorio, una zona de expansión deportiva? La encuesta puede ser técnicamente perfecta, pero tiene una carga de capciosidad que tira para atrás. Aún así, con esa venta tan fraudulenta, un 11% de los encuestados dijo abominar de la idea.