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Se le veía venir desde por la mañana

La verdad es que a Jerónimo Saavedra se le veía venir desde por la mañana, cuando acudió a los estudios de CANARIAS AHORA RADIO para dejarse entrevistar por Juan García Luján en El Correíllo. Ahí ya soltó lo del trenecito, lo que seguramente hizo las delicias del socio de su partido en el Cabildo, Román Rodríguez, que tiene al ferrocarril como santo y seña de este y los sucesivos mandatos insulares. En la radio también reiteró su doctrina acerca de la solución para el conflicto saharaui, de cuyo recrudecimiento culpó a las potencias internacionales que no apoyan la idea marroquí de una autonomía plena para el Sáhara. Ya por la noche en el auditorio, Saavedra incidió en las buenas relaciones que han de caracterizar a las instituciones y en el hecho cierto de que a él no lo veríamos nunca crispando la vida política con acusaciones o insinuaciones, momento en el que le entró a la necesidad de que la Justicia sea más ágil para que personas que están cuatro años imputadas (sean políticos o ciudadanos) no sufran esa situación para luego, en algunos casos, no ser acusados ni condenados. Vamos, la teoría de Paulino Rivero pero explicada con algo más de rigor jurídico.

La verdad es que a Jerónimo Saavedra se le veía venir desde por la mañana, cuando acudió a los estudios de CANARIAS AHORA RADIO para dejarse entrevistar por Juan García Luján en El Correíllo. Ahí ya soltó lo del trenecito, lo que seguramente hizo las delicias del socio de su partido en el Cabildo, Román Rodríguez, que tiene al ferrocarril como santo y seña de este y los sucesivos mandatos insulares. En la radio también reiteró su doctrina acerca de la solución para el conflicto saharaui, de cuyo recrudecimiento culpó a las potencias internacionales que no apoyan la idea marroquí de una autonomía plena para el Sáhara. Ya por la noche en el auditorio, Saavedra incidió en las buenas relaciones que han de caracterizar a las instituciones y en el hecho cierto de que a él no lo veríamos nunca crispando la vida política con acusaciones o insinuaciones, momento en el que le entró a la necesidad de que la Justicia sea más ágil para que personas que están cuatro años imputadas (sean políticos o ciudadanos) no sufran esa situación para luego, en algunos casos, no ser acusados ni condenados. Vamos, la teoría de Paulino Rivero pero explicada con algo más de rigor jurídico.