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Vence Zerolo, aforado al Supremo

Mientras debatimos apasionadamente el caso Curbelo y las redes sociales hierven pidiendo algo más que su dimisión como senador, Coalición Canaria acaba de colar por la puerta de atrás a un aforado de lujo en el Senado español. Finalmente Miguel Zerolo y quienes fuertemente le apoyan en ese partido han hecho prevalecer sus argumentos y el ex alcalde de Santa Cruz de Tenerife, imputado por el escándalo de Las Teresitas, será designado esta semana senador en representación de la Comunidad Autónoma durante los próximos cuatro años. El mismo día que Casimiro Curbelo abandonaba su privilegiada condición de aforado para defenderse ante los juzgados ordinarios, conocíamos que el Parlamento de Canarias se dispone a elevar el nivel de aforamiento de Miguel Zerolo para que su caso sea juzgado por el Tribunal Supremo, a donde habrán de enviarse ahora las diligencias que durante todos estos años ha estado instruyendo la magistrada Carla Bellini, del TSJC. No hierven por este acontecimiento las redes sociales, ni los periodistas nos tiramos de los pelos ante el comportamiento de un político que dilapidó el patrimonio municipal para propiciar lo que la Fiscalía Anticorrupción ha calificado como “pelotazo de libro”. Nadie pide su dimisión, al contrario, le siguen riendo las gracias, y ahora Canarias lo premia mandándole al dorado retiro del Senado. Por culpa de este nombramiento, además, el resto de imputados tendrá que costearse viajes propios y de sus abogados a Madrid, procuradores en la capital... y perder una instancia para posibles recursos. Porque después del TSJ les habría quedado el Supremo. Ahora, a escupir a la calle.

Mientras debatimos apasionadamente el caso Curbelo y las redes sociales hierven pidiendo algo más que su dimisión como senador, Coalición Canaria acaba de colar por la puerta de atrás a un aforado de lujo en el Senado español. Finalmente Miguel Zerolo y quienes fuertemente le apoyan en ese partido han hecho prevalecer sus argumentos y el ex alcalde de Santa Cruz de Tenerife, imputado por el escándalo de Las Teresitas, será designado esta semana senador en representación de la Comunidad Autónoma durante los próximos cuatro años. El mismo día que Casimiro Curbelo abandonaba su privilegiada condición de aforado para defenderse ante los juzgados ordinarios, conocíamos que el Parlamento de Canarias se dispone a elevar el nivel de aforamiento de Miguel Zerolo para que su caso sea juzgado por el Tribunal Supremo, a donde habrán de enviarse ahora las diligencias que durante todos estos años ha estado instruyendo la magistrada Carla Bellini, del TSJC. No hierven por este acontecimiento las redes sociales, ni los periodistas nos tiramos de los pelos ante el comportamiento de un político que dilapidó el patrimonio municipal para propiciar lo que la Fiscalía Anticorrupción ha calificado como “pelotazo de libro”. Nadie pide su dimisión, al contrario, le siguen riendo las gracias, y ahora Canarias lo premia mandándole al dorado retiro del Senado. Por culpa de este nombramiento, además, el resto de imputados tendrá que costearse viajes propios y de sus abogados a Madrid, procuradores en la capital... y perder una instancia para posibles recursos. Porque después del TSJ les habría quedado el Supremo. Ahora, a escupir a la calle.