Lo volvieron a dejar fuera

Para que no volvieran a dejarlo colgado, el médico, usuario de Appel para su ocio y para su profesión, envió una carta formal de protesta, a la que le contestó el concesionario, Gallardo, con una amable llamada reiterándole su compromiso de avisarle en marzo. Pues ni en marzo, ni en abril, ni en mayo... Sencillamente porque en esos meses el representante de Apple no celebró curso alguno. Pero sí hubo uno en junio al que, fitetú, se olvidó de llamar al indignado cliente, que se enteró por la web de Banana Computer. Nueva llamada y esta vez una promesa formal: venga usted por aquí el viernes 25 de julio que yo le daré el curso a usted en exclusiva. El doctor cambia turnos, cierra su consulta privada de ese día y se persona en la sede de la compañía para llevarse otra alegría: el señor Gallardo no se encontraba allí, y al ser localizado por sus empleados, pidió que comunicaran al cliente que no podía asistir por encontrarse afónico. Ni un correo, ni una llamada... y sí mucha falta de respeto producto de un insoportable monopolio contradictorio con la posición puntera del producto que representa.

Para que no volvieran a dejarlo colgado, el médico, usuario de Appel para su ocio y para su profesión, envió una carta formal de protesta, a la que le contestó el concesionario, Gallardo, con una amable llamada reiterándole su compromiso de avisarle en marzo. Pues ni en marzo, ni en abril, ni en mayo... Sencillamente porque en esos meses el representante de Apple no celebró curso alguno. Pero sí hubo uno en junio al que, fitetú, se olvidó de llamar al indignado cliente, que se enteró por la web de Banana Computer. Nueva llamada y esta vez una promesa formal: venga usted por aquí el viernes 25 de julio que yo le daré el curso a usted en exclusiva. El doctor cambia turnos, cierra su consulta privada de ese día y se persona en la sede de la compañía para llevarse otra alegría: el señor Gallardo no se encontraba allí, y al ser localizado por sus empleados, pidió que comunicaran al cliente que no podía asistir por encontrarse afónico. Ni un correo, ni una llamada... y sí mucha falta de respeto producto de un insoportable monopolio contradictorio con la posición puntera del producto que representa.