El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Quién es quién en el Zorro Team
Los que actúan de esta manera batallan a lo grande para descabalgar de la presidencia de la Cámara de Comercio de Gran Canaria a Ángel Luis Tadeo, que en mayo se presenta a la reelección. Quieren poner nuevamente a esa corporación en manos de los que fueron poco a poco desalojados por motivos muy diversos, todos ellos relacionados con el uso torcido de lo que debe ser una institución empresarial con mucho presupuesto, mucha influencia y mucha capacidad de maniobra. La tropa la forman personas como Juan Socorro o Graciliano Afonso, encargados junto a otros de los trabajos de campo. En las alturas se mueven, además del referido José Miguel Suárez Gil, personajes como Francisco Rodríguez-Batllori, que quiere volver a medrar entre autoridades y moquetas; Jaime Cortezo, que quiere influir para que le salgan sus operaciones especulativas, y Luis Hernández, con sus negocios aplastados por la crisis, que tiene la promesa de Román Rodríguez de acceder al puesto de gerente de la empresa que gestione la puesta en marcha del tren en Gran Canaria. No cuentan con el apoyo de los grandes, de aquellos empresarios que un día confiaron en el Zorro la realización de tareas ingratas y comprometedoras. Corren nuevos tiempos en los que no encaja determinada manera de trepar.
Los que actúan de esta manera batallan a lo grande para descabalgar de la presidencia de la Cámara de Comercio de Gran Canaria a Ángel Luis Tadeo, que en mayo se presenta a la reelección. Quieren poner nuevamente a esa corporación en manos de los que fueron poco a poco desalojados por motivos muy diversos, todos ellos relacionados con el uso torcido de lo que debe ser una institución empresarial con mucho presupuesto, mucha influencia y mucha capacidad de maniobra. La tropa la forman personas como Juan Socorro o Graciliano Afonso, encargados junto a otros de los trabajos de campo. En las alturas se mueven, además del referido José Miguel Suárez Gil, personajes como Francisco Rodríguez-Batllori, que quiere volver a medrar entre autoridades y moquetas; Jaime Cortezo, que quiere influir para que le salgan sus operaciones especulativas, y Luis Hernández, con sus negocios aplastados por la crisis, que tiene la promesa de Román Rodríguez de acceder al puesto de gerente de la empresa que gestione la puesta en marcha del tren en Gran Canaria. No cuentan con el apoyo de los grandes, de aquellos empresarios que un día confiaron en el Zorro la realización de tareas ingratas y comprometedoras. Corren nuevos tiempos en los que no encaja determinada manera de trepar.