Las empresas canarias apuestan (por fin) por la I+D+I y multiplican en tres años las solicitudes para acogerse a incentivos fiscales

Imagen de archivo de un laboratorio

Toni Ferrera

Las Palmas de Gran Canaria —

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La innovación y el desarrollo han llegado, de una vez, a las empresas canarias. Los informes motivados para acogerse a deducciones fiscales por actividades de I+D+I en el Archipiélago han aumentado un 235% en esta legislatura, al pasar de contabilizar 140 en 2019 a 469 en 2022. Estos documentos, cuyo marco normativo se aprobó en 2003 para “dar seguridad jurídica a las empresas en la aplicación de incentivos fiscales”, funcionan como una especie de termómetro que mide los avances de las compañías en este sentido. Y con los datos en la mano, se puede asegurar, sin miedo a equivocaciones, que la investigación en el sector privado de las Islas crece más que en cualquier otra autonomía.

Las cifras facilitadas por el Gobierno regional evidencian que el crecimiento de la comunidad es hasta 20 veces mayor que la media estatal (10,26%). Mientras las Islas ocupan el primer puesto de la tabla, el segundo lugar lo protagoniza el País Vasco (30%), seguido de Extremadura (22%), Andalucía (15,98%), Galicia (14,5%) y Madrid (13,56%). También hay regiones con porcentajes negativos, como Asturias (-29,05%), Aragón (-21,35%), Castilla y León (-14,47%), Cantabria (-13,04%) y Murcia (-7,92%). Además, Canarias registró en el año 2022 un total de 3.080 trabajadores dedicados a las labores de I+D+I, récord de toda la serie histórica, según el Instituto Canario de Estadística (ISTAC).

El director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad (ACIISI), Carlos Navarro, cree que este impulso se debe al mayor conocimiento de las empresas sobre los incentivos fiscales propios del Archipiélago, recogidos todos ellos en el Régimen Económico y Fiscal (REF) y materializados en su máxima expresión en la Zona Especial Canaria (ZEC). En las Islas, las mercantiles pueden deducirse entre un 28% y un 100% del coste de las actividades de investigación y desarrollo que planteen. Por ejemplo, si quieren hacer innovación tecnológica, la intensidad de la deducción es del 45%, mientras que en el resto del Estado es solo del 12%. Si quieren adquirir personal adicional en I+D en exclusiva, los valores son del 37 y el 17%, respectivamente. Existe una clara ventaja competitiva en las Islas que las sociedades mercantiles están empezando a explorar.

“Las empresas han ido descubriendo cada vez más las herramientas que permite nuestro sistema para financiar [la I+D+I], especialmente en Canarias. Pero también está creciendo este campo en todas sus magnitudes. La pandemia ha ayudado a acelerarlo y los fondos europeos también”, apunta Navarro. “El sector privado ha ido entendiendo que la investigación es importante para las perspectivas de futuro de los negocios. Las circunstancias económicas actuales nos han llevado a ello”, agrega el viceconsejero de Presidencia del Ejecutivo autonómico, Antonio Olivera, quien también considera que esto ha ido acompasado con una “apuesta clara” por la ciencia durante la legislatura. De hecho, el importe presupuestado para la I+D+I en 2019, las últimas cuentas aprobadas por Coalición Canaria, era de 49 millones de euros. Para 2023, esa cifra se acerca a los 90 millones, casi el doble.

Por otro lado, más datos continúan refrendando las palabras de Navarro y Olivera. Entre 2014 y 2017, las empresas y entidades canarias sin ánimo de lucro destinaban en torno a 34 millones de euros en gastos internos relacionados con actividades de innovación y desarrollo; ahora lo hacen por valor de 53,6 millones. En 2020, el último año con cifras manejadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en las Islas había 331 mercantiles en este sector. A pesar de la pandemia y de lo que supuso la crisis del coronavirus para la economía canaria, 50 compañías más fueron registradas ese curso con respecto a 2019 (281).

Una de esas sociedades es Kaudal, el brazo financiero del grupo Arquimea, una tecnológica que opera a nivel global y que instaló recientemente en Gran Canaria y Tenerife dos centros punteros de investigación. En su página web, Kaudal justifica su decisión de trasladarse a Canarias en 2019 tras conocer de primera mano los planes de las instituciones canarias “por sectores muy intensivos en I+D+I como la astrofísica, el ecosistema marino, la sostenibilidad y economía circular, biotecnología, etc.”, todos ellos “como motores del desarrollo del Archipiélago”, argumenta.

La empresa funciona a través del mecenazgo tecnológico. El director ejecutivo de la misma, Vicente Dorta, en conversaciones con este periódico, la define como un “facilitador de financiación de proyectos”. Básicamente, buscan iniciativas en el sector privado y ponen el dinero encima de la mesa. O hablan con inversores que puedan estar interesados en ese programa, del que previamente se aseguran de que sea “potente y serio”, para convencer a terceros.

“La implantación de Kaudal en las islas está suponiendo una cercanía que estimula tanto el desarrollo de proyectos como su financiación. El polo investigador canario está protagonizado por las universidades insulares y otros actores relevantes del ecosistema, como el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), la Plataforma Oceánica de Canarias o el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER)”, añade Dorta.

En 2022, esta empresa emitió cerca de 100 informes, poco más de un cuarto de todos los redactados desde el Archipiélago, movilizando 105 millones de euros. Algunos de esos proyectos financiados han centrado sus investigaciones en el estudio de microorganismos presentes en los fondos marinos afectados por la erupción del volcán de La Palma, el aislamiento de bacterias para el descubrimiento de nuevas biomoléculas con aplicación a salud o la visión artificial multicanal, espectral y polarizada en tiempo real para robótica móvil. Desde 2016, Kaudal afirma haber impulsado más de 350 iniciativas y movilizado 420 millones de euros. Ellos creen que este el comienzo de una nueva era tecnológica en las Islas.

“Sin duda hay una mayor conciencia innovadora despertada en los últimos años. Cada vez es más evidente que la falta de financiación para la I+D+I provoca que los avances científicos (…) no lleguen a la sociedad, se pierda tejido innovador y haya escasez de emprendimientos. Tendiendo en cuenta las cifras del año pasado, la perspectiva para este 2023 es positiva, vamos a seguir trabajando en apoyar a las empresas que hacen tecnología y a las compañías que invierten en ellas y, por supuesto, a acompañar y ser un nexo en este renovado tejido empresarial canario dispuesto a poner al frente de un cambio no solo tecnológico, sino social”, concluye Dorta. 

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