La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidoss (NOAA) ha subido de categoría al huracán Lorenzo hasta el nivel 5, el máximo en la escala Saffir-Simpson.
De hecho, NOAA considera en su aviso emitido en la noche de este sábado que Lorenzo es “extremadamente peligroso” y que ocasionará vientos muy fuertes en las Azores en los próximos días, por lo que recomienda a los residentes allí “monitorear el progreso del huracán”. Se espera que los efectos de Lorenzo se sientan en las islas a partir del martes.
Lorenzo, indica el aviso, producirá acumulaciones totales de lluvia de 3 a 6 pulgadas en gran parte de las Azores occidentales y de 1 a 2 pulgadas sobre las Azores centrales el martes y miércoles. Esta lluvia podría causar “inundaciones repentinas que amenazan la vida en las Azores occidentales”.
Lorenzo ha subido la intensidad de sus vientos, alcanzando rachas sostenidas de hasta 260 kilómetros hora.
El aviso añade que “las grandes olas generadas por Lorenzo continuarán extendiéndose a través de gran parte del oeste y norte de la cuenca del Atlántico durante los siguientes días. Estas olas producirán olas que amenazan la vida y corrientes de resaca”. De hecho, los efectos de Lorenzo se están notando en las mareas y resacas marinas en las Antillas, Bahamas y otras zonas de América del Sur, y se espera que también se sientan en los próximos días en la costa este de Estados Unidos.
A medida que han ido pasando los días se ha confirmado la trayectoria noreste de Lorenzo (que no afectará a Canarias) ya que su rumbo previsto se ha desviado ligeramente hacia el norte, hacia las islas británicas, y no hacia la costa norte de la península ibérica.
El huracán Lorenzo llama la atención de los meteorólogos debido a lo inusual que es que un huracán adquiera categoría 5 en esta parte del océano Atlántico.