La Agencia Canaria de Protección del Medio Natural (ACPMN) ha archivado el expediente sancionador contra la promotora del proyecto turístico Cuna del Alma, en el Puertito de Adeje, por no contar con evaluación de impacto ambiental al inicio de la construcción de la urbanización. La resolución de la Agencia anula la sanción impuesta de 110.000 euros y levanta, a su vez, la paralización cautelar de las obras, en este estado desde finales de 2022.
La ACPMN, un organismo público del Gobierno de Canarias, conformado por una coalición entre Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP), ha decidido dar marcha atrás a la propuesta de sanción que tramitó contra la entidad que promueve la actuación al entender que no empleó el “procedimiento previsto en la ley” para ello, que habría sido recurrir directamente por vía contencioso administrativa la aprobación del Ayuntamiento de Adeje de la iniciativa urbanística, fechada el pasado 29 de diciembre de 2021.
Lo que hizo la Agencia fue incoar un procedimiento sancionador casi un año más tarde, en noviembre de 2022, y acordar en esa misma resolución la suspensión cautelar de la ejecución del proyecto hasta que se resuelva el expediente. Pero la ACPMN entiende ahora, a raíz de un reciente informe no vinculante de los Servicios Jurídicos del Ejecutivo regional, que pudo haber vulnerado la autonomía local del Ayuntamiento de Adeje al suspender la ejecución de un acuerdo municipal, en este caso, el desarrollo de las obras de una urbanización, sin haber promovido esto mismo en sede judicial primero, que es la tesis defendida por los juristas del Gobierno canario. Esta actuación “cuestiona la competencia” del consistorio del sur de Tenerife y pone “en tela de juicio” su autoridad como entidad local.
De este modo, la ACPMN estima un recurso de reposición interpuesto por la Junta de Compensación del proyecto turístico Cuna del Alma y abre la puerta a que las obras de esta polémica urbanización, cuestionada por activistas y colectivos ecologistas, sean reanudadas.
La promotora de la citada iniciativa ha sido expedientada hasta en tres ocasiones: la primera por destrozar un yacimiento arqueológico. La segunda por “amenaza inminente” a la viborina triste, una especie protegida hallada en la zona. Y la tercera por no contar con evaluación de impacto ambiental. El primer expediente caducó y el Gobierno canario aún no lo había renovado a fecha de inicios de febrero de 2024; el tercero ha sido archivado; y el segundo, el relativo a la planta incluida en el Catálogo Canario de Especies Protegidas, también caducó el verano pasado, aunque el consejero de Transición Ecológica, Manuel Zapata, aseguró que volvería a poner el contador a cero.
Este último punto es el que faltaría por sortear a los promotores de Cuna del Alma para reanudar la construcción del proyecto. En diciembre de 2023, el Ayuntamiento de Adeje declaró como bien de interés público de primer orden el desarrollo de hasta 16 planes urbanísticos, entre ellos el del Puertito de Adeje, para construir vivienda pública en el municipio y así justificar el “tratamiento” sobre especies protegidas, es decir, la posible traslocación de la viborina, prohibida por el anterior Gobierno de Canarias. Esa declaración de la Corporación local debe ser autorizada por el Ejecutivo autonómico que, hasta hace poco más de una semana, no había recibido el texto, confirmaron a esta redacción fuentes de la Consejería dirigida por Zapata. Todo parece indicar, eso sí, que no habría problema en dar el visto bueno, en especial después de escuchar al actual presidente canario, Fernando Clavijo, lamentar que, en clave urbanística, “si aparece un escarabajo o la viborina se paraliza todo”.
La ACPMN reitera la falta de evaluación ambiental
La Agencia Canaria de Protección del Medio Natural asume parte de los argumentos esbozados por los Servicios Jurídicos del Gobierno regional para dar carpetazo al expediente. Pero en la resolución, de poco más de 40 páginas, vuelve a poner en negro sobre blanco que los proyectos como Cuna del Alma deben contar con evaluación de impacto ambiental. Y que, sin embargo, “sigue sin constar su emisión ni incorporación”. La ACPMN detalla que “se insiste” por parte de los promotores en la existencia de medidas de prevención. Pero ninguna de ellas evitó, como así quedó constatado, los riesgos de afección sobre no solo la viborina triste, sino demás recursos, también patrimoniales, que pudieran existir en el área de explotación.
El documento de la Agencia recuerda que la realidad natural del Puertito de Adeje “se desconoce”. Y que las medidas correctoras previstas por la promotora del proyecto van dirigidas principalmente sobre la viborina o especies protegidas, pero “sin confirmar ni acreditar que sean los únicos recursos que proteger en la zona”. De ahí la importancia de una evaluación exhaustiva para “describir los aspectos medioambientales que puedan verse afectados de manera significativa por el proyecto” porque, sin ir más lejos, ni siquiera la Memoria Ambiental del plan parcial (que no la evaluación, que es otro procedimiento) detectó la presencia de la viborina triste.
Para la ACPMN, de todas las opciones legales posibles en este ámbito, “se adoptó la más gravosa para el medioambiente (…) y casualmente más beneficiosa para los promotores, en contra de los principios de prevención y precaución”, pues “se obvió” la ley que precisa que una evaluación ambiental estratégica de un plan o programa no excluye la evaluación de impacto ambiental de los proyectos que de ellos se deriven.
En el texto, la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural recuerda que una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha señalado que la obligación de realizar dicho trámite no puede depender exclusivamente del tamaño de la iniciativa urbanística. Argumentos, por tanto, continúa el documento, que “insisten en la exigibilidad de someter a evaluación ambiental ordinaria o simplificada a proyectos de urbanización como el que se pretende ejecutar”, el de Cuna del Alma, que prevé 3.602 camas turísticas entre villas de lujo, plazas extrahoteleras y hoteleras en una pieza de suelo de 430.000 metros cuadrados en el municipio de Adeje.
Por último, el órgano defiende la propuesta de sanción que incoó hace poco más de un año. Aclara que dentro de sus competencias está la de adoptar medidas cautelares en aras a la protección del medio natural. Y que en el “momento procedimental en que nos encontrábamos”, con el inicio de las obras en la primavera de 2022, “debían prevalecer los intereses generales y de terceros que podían quedar afectados por las obras, y, en definitiva, la protección del medioambiente”.
Aunque el informe de los Servicios Jurídicos del Gobierno canario menciona la vulneración de competencias de la ACPMN por iniciar la apertura del mencionado expediente sancionador sin recurrir anteriormente el acuerdo del Ayuntamiento de Adeje que da luz verde al proyecto de urbanización de Cuna del Alma, la Agencia recuerda en el texto que aún “podría, en su caso, instarse la revisión o nulidad” de dicha resolución. Está por ver si eso ocurre.