Los incendios forestales de agosto generaron las mayores emisiones de carbono en Canarias desde 2003

Europa Press

12 de diciembre de 2023 21:40 h

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Los incendios forestales del pasado agosto en Canarias generaron las mayores emisiones de carbono desde 2003 en el archipiélago, según recogen los datos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS).

A nivel general, Canadá generó el 23% de las emisiones mundiales totales de carbono por sus incendios forestales en 2023, que suponen las mayores emisiones registradas en el país “por un amplio margen”.

Así, el CAMS ha realizado un seguimiento de las emisiones causadas por los incendios forestales a nivel mundial en 2023, así como sus impactos en la contaminación por humo resultante en la atmósfera, entre los que destacan los fuegos de Canadá, Grecia, Hawái y los hemisferios norte y sur.

En el caso de Canadá, los incendios que se originaron a principios de mayo en este país emitieron cerca de 480 megatoneladas de carbono, una cifra que quintuplica la media de los últimos 20 años, que se sumarían a un total de 2.100 megatoneladas de carbono emitidas por incendios a nivel mundial desde el inicio del año hasta el 10 de diciembre de 2023 según prevé el CAMS.

Igualmente, los fuegos de la Columbia Británica, Alberta, Ontario, Nueva Escocia, los Territorios del Noroeste y Quebec “fueron notables” no solo por las emisiones producidas, sino también por su intensidad, persistencia e impacto en las comunidades locales.

De hecho, la contaminación por humo generada de estos incendios afectó “gravemente” a la calidad del aire, tanto a escala local y en gran parte de Norteamérica así como episodios de desplazamiento de humo a gran distancia a través del Atlántico con la llegada de cielos brumosos a algunas zonas de Europa.

Según el científico sénior del CAMS, Mark Parrington, los incendios forestales canadienses fueron el suceso “más relevante” con respecto a las emisiones mundiales por incendios en 2023, debido a su alcance en el país y su “persistencia” desde mayo hasta octubre, lo que Parrington ha calificado como un nivel “nunca observado” en los registros de datos.

“Las repercusiones en la calidad del aire en Norteamérica y el hecho de que Europa pueda experimentar cielos brumosos como consecuencia de estos incendios son un claro indicio de su importancia” ha añadido Parrington.

Además de Canadá, en otras zonas del hemisferio norte también se produjeron incendios forestales que arrasaron bosques en Rusia, Estados Unidos y Europa. Mientras que los de Canadá han batido récords, el CAMS ha señalado que tanto Estados Unidos como Rusia han tenido unas temporadas de incendios “mucho más tranquilas de lo habitual”, con emisiones por debajo de la media de los 20 años anteriores.

Con respecto a la región mediterránea de Europa, el CAMS ha señalado que esta zona suele ser “más susceptible” a los incendios forestales, como en Grecia, donde los fuegos de este julio en Rodas y Evros así como los de Macedonia Oriental y Tracia en agosto tuvieron importantes repercusiones en las comunidades locales.

Asimismo, estos incendios veraniegos produjeron cerca de dos megatoneladas de carbono, por lo que se sitúan como los incendios forestales con las terceras emisiones más altas desde que hay registros, sólo por detrás de las de 2007 y 2021.

En el caso de España, destaca que los incendios de finales de marzo en la frontera entre Aragón y la Comunidad Valenciana, y en Asturias, fueron los primeros grandes incendios forestales del año en el país y provocaron las emisiones más elevadas de ese mes en los 21 años de los datos recogidos por el CAMS.

Del mismo modo, los fuegos en la isla hawaiana de Maui en agosto fueron notables en términos de emisiones y de impacto local al causar pérdidas de vidas humanas y daños en las infraestructuras, así como en regiones de Eurasia, como Rusia, Kazajstán y Mongolia, cuando sus bosques se quemaron en abril y mayo de 2023.

La influencia de 'El Niño' provoca un mayor riesgo en el Hemisferio Sur

Por otra parte, la influencia de fenómenos como 'El Niño' ha provocado un aumento de las temperaturas, condiciones de sequedad anormales y por consiguiente un mayor riesgo de incendios en los trópicos del hemisferio sur.

De hecho, el CAMS ha señalado que la cantidad de emisiones de los incendios en Indonesia se incrementaron por este fenómeno entre agosto y noviembre en comparación con los tres años anteriores, aunque sin alcanzar los niveles de 2015 y 2019, durante los respectivos años de El Niño y la fase positiva del dipolo del Índico.

Igualmente, las regiones tropicales de Australia registraron el mayor número de incendios forestales y emisiones de la última década en octubre y noviembre de este año. Con todo ello, el CAMS prevé una elevación del riesgo de incendios en varias zonas del país, principalmente en Queensland y Nueva Gales del Sur.

Con respecto a la región sudamericana, esta también experimentó importantes fuegos en Chile y Argentina. Además, aunque el pico característico de emisiones por incendios suele alcanzarse en la región amazónica entre agosto y septiembre, este año fue inferior a la media, mientras que aumentó “de forma significativa” entre finales de octubre y mediados de noviembre.

Por otro lado, las emisiones aumentaron de forma considerable en Bolivia y los estados del sur brasileño, en torno a los humedales del Pantanal debido a la sequía actual y el incremento térmico