Un grupo de geofísicos han desarrollado una herramienta de modelado que utiliza ondas de sonido de la actividad volcánica para ayudar a comprender y pronosticar el comportamiento volcánico.
“El movimiento del magma en algunos volcanes produce sonido de una manera similar a como lo hacen los instrumentos musicales”, explica el primer autor del estudio Leighton Watson, investigador postdoctoral de la Universidad de Canterbury (UC).
“Si bien los humanos pueden escuchar algunas de las ondas de sonido, la gran mayoría de la energía está por debajo del rango de frecuencia más bajo del oído humano. Al implementar micrófonos especializados, podemos escuchar volcanes y usar sus sonidos para comprender su comportamiento”, detalla.
“Las explosiones en la parte superior de la columna de magma excitan ondas de sonido que se reflejan en la parte superior del cráter, como dentro de un trombón, pero en una escala mucho mayor. A medida que el magma asciende en el cráter, la distancia entre la parte superior de la columna de magma y la parte superior del cráter disminuye, lo que hace que el tono del sonido aumente, como cuando se retrae un trombón”, añade.
Al escuchar el cambio de tono, apunta el científico, “podemos rastrear el movimiento del magma dentro del cráter. Esto tiene el potencial de proporcionar varias horas de advertencia antes de una erupción, lo que podría marcar una diferencia significativa para quienes viven cerca o visitan volcanes activos”.
El doctor Watson y sus colegas estudiaron estas melodías volcánicas en el monte Etna en Sicilia, Italia, un volcán activo donde ocurren erupciones con frecuencia, expulsando lava a más de 1 kilómetros por encima de la cumbre. El trabajo también se basa en los estudios previos del doctor Watson sobre Villarrica en Chile y Cotopaxi en Ecuador. La próxima etapa de la investigación es adaptar el modelo para que sea relevante para el contexto de Nueva Zelanda.
El artículo del doctor Leighton Watson, El deslizamiento infrasónico refleja una columna de magma ascendente en el Monte Etna (Italia), se publicó recientemente en Scientific Reports.