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El nuevo campo de golf en Adeje gastará el agua equivalente al consumo de 16.400 personas en plena emergencia hídrica

El Ayuntamiento de Adeje continúa dando pasos hacia el fortalecimiento de su oferta turística más allá del polémico proyecto Cuna del Alma, en El Puertito. La Corporación prevé en el próximo pleno municipal tomar en consideración y dar traslado al Gobierno autonómico la documentación del Plan Parcial Hoya Grande, donde está previsto levantar un campo de golf de 445.000 metros cuadrados, 1.680 camas hoteleras y 140 villas en una pieza de suelo de más de un millón de m2.

De acuerdo con la memoria del expediente, a la que ha tenido acceso Canarias Ahora, la iniciativa en Hoya Grande, en el sur de Tenerife, fue impulsada por “la demanda de una actividad turística creciente” y la intención de ofertar estancias alojativas “de máxima calificación”. Tras un procedimiento de modificación menor iniciado en 2016, el plan está ahora muy avanzado, con la evaluación ambiental estratégica a un paso de ser estudiada por el órgano ambiental autonómico.

El proyecto en Hoya Grande consta de 1.680 plazas alojativas, 140 villas residenciales, un equipamiento comercial, dotaciones culturales y recreativas y un campo de golf. Este último aprovechamiento es el que más superficie ocupará de la unidad de actuación, unos 445.013 metros cuadrados, de los cuales su gran mayoría (420.000) consumirán 5 litros de agua al día por cada m2, un total de 2,1 millones de litros de agua por jornada. Así, en bruto, el dato no dice mucho. Pero al tener en cuenta que una persona consume de media 128 litros de agua cada 24 horas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), puede concluirse que el nuevo campo de golf en Adeje consumirá el agua equivalente a 16.406 ciudadanos, más de un tercio de la población municipal (50.167 residentes).

La tramitación de este nuevo proyecto turístico de lujo en Adeje, el municipio tinerfeño que más turistas alojó en 2023 (1,92 millones de visitantes), se produce en paralelo a la emergencia hídrica declarada en la isla el pasado mes de marzo. Tenerife se encuentra en una situación de extrema sequía al encontrarse en valores negativos del Índice Estandarizado de Precipitación y Evaporación (SPEI, en sus siglas en inglés). Los datos de agua embalsada en la isla muestran que, en apenas cuatro años, se ha reducido a la mitad, con balsas prácticamente vacías al comienzo de los periodos estivales de 2022 y 2023, precisamente cuando es más necesario que estén repletas para atender el previsible incgremento de la demanda que se da en verano, en especial en el sector de la agricultura. En algunos municipios ya se ha restringido el abastecimiento por esto mismo.

En Adeje, para más inri, la crisis es aún más preocupante. Un informe municipal sostiene que la demanda de agua este verano puede alcanzar los 35 millones de litros por jornada, más que la registrada el año pasado (31,75 millones). El documento advierte que la localidad sufre un déficit de 2,87 millones de litros de agua al día, que existen caudales que han ido disminuyendo su suministro debido a la escasez de lluvias y pozos con riesgo de averías y que, en resumidas cuentas, es necesario intervenir con carácter de urgencia para evitar el desabastecimiento, sobre todo porque el crecimiento de la demanda “es continuo”. El técnico municipal que firma el texto cifra en 4,3 millones de euros el coste de las obras para intentar solventar la situación.

Más impactos del proyecto

El campo de golf en Hoya Grande y el resto de las actuaciones ocuparán más de un millón de metros cuadrados. Su construcción provocará la afectación directa de 31 ejemplares de tabaiba dulce, 40 de cardón, 103 de palmera canaria, 70 de magarza y 20 de romero marino. A su vez, un hábitat de interés comunitario de matorrales termomediterráneos y pre-estépicos se localiza en el noreste de la iniciativa.

El inventario de la evaluación ambiental estratégica detalla que también existen ejemplares de viborina triste en el lugar, la conocida planta con categoría de protección especial que logró paralizar el proyecto turístico de Cuna del Alma, también en Adeje, y que el Ayuntamiento ha autorizado trasplantar para reactivar la obra. En el caso de Hoya Grande, el Consistorio no prevé “afección directa” sobre la especie, pero, si la hubiera, dice que deberán tomarse las medidas protectoras oportunas, como un vallado perimetral y control directo por parte de un especialista. En cuanto a la fauna, la única especie vulnerable hallada es el alcaraván común.  

Con respecto al patrimonio arqueológico, el impacto es “severo”, concluye la evaluación ambiental. En Hoya Grande han aparecido 29 elementos etnográficos y arqueológicos, como grabados rupestres, cuevas naturales y restos de cerámica. La memoria incide en la intención de establecer “todas aquellas medidas necesarias que eviten sus posibles afecciones”, pero reconoce que, por ejemplo, el fondo de cabañas de Hoya Grande VIII, con una relevancia patrimonial “alta”, y los grabados rupestres de Hoya Grande IX, también de la misma categoría, están directamente en el interior del futuro campo de golf, por lo que “ambos yacimientos deberán excavarse” previa autorización de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno canario.