Red Eléctrica ve “urgente” inundar Canarias de pequeñas centrales térmicas

Central térmica de Punta Grande, en Lanzarote

Toni Ferrera

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El operador del sistema eléctrico español, Red Eléctrica, ve “urgente” instalar al menos 1.300 megavatios (MW) de potencia térmica en Canarias de aquí a 2028 por la antigüedad de muchas centrales que ya han superado su vida útil regulatoria o están a punto de hacerlo, según un informe al que ha tenido acceso Canarias Ahora.

En un análisis de 38 páginas y con fecha de 2023, Red Eléctrica califica la situación del sistema eléctrico canario de “crítica” para cubrir la demanda por la fragilidad de su red, sobre todo en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura (estas últimas son las únicas islas interconectadas), donde el Gobierno canario ya ha proyectado ocho nuevas centrales térmicas que suman 120 MW.

De acuerdo con el análisis del operador, la paralización indefinida de ciertos grupos de vapor en Jinámar y Candelaria por las restricciones medioambientales y el mantenimiento programado del resto de grupos, que también los hace inutilizables durante un periodo de tiempo concreto, pueden causar “incumplimientos” de los procedimientos de operación que regulan la red eléctrica.

Esos procedimientos establecen los criterios de seguridad y reserva necesarios para garantizar la calidad del sistema. Y uno de los indicadores utilizados para ello se denomina LOLE (Loss Of Load Expectation, en ingés), que viene a medir las horas al año en las que existe una probabilidad no nula (es decir, mínima) de que se produzca un déficit de cobertura.

La normativa exige que el LOLE del sistema eléctrico sea de menos de un día en diez años. O lo que es lo mismo: menos de doce minutos (0,2 horas) al mes. Pero la situación es tan grave, apunta el informe de Red Eléctrica, que cuando alguna de las centrales térmicas de Gran Canaria y Tenerife debe parar por mantenimiento “se manifiestan ya incumplimientos de los requisitos para la reserva”.

Y esto es preocupante para el operador del sistema, pues esos mantenimientos son necesarios (de lo contrario, el riesgo de “problemas de suministro” aumentaría), pero en estos momentos “es inviable o muy complejo” hacerlos sin que se produzcan “problemas de cobertura” debido a la falta de reservas de generación, así que “el riesgo es muy cierto”.

Un caso que merece especial atención es el de Fuerteventura. Aunque está conectada con Lanzarote por un doble circuito (un enlace de 66 kilovoltios y otro de 132), sigue existiendo un único circuito entre dos subestaciones al sur de la isla, entre las localidades de Mácher (municipio de Tías) y Playa Blanca (Yaiza), que ante un “fallo simple” alteraría el sistema eléctrico, aislando a ambas islas y comprometiendo el suministro, “especialmente” en Fuerteventura.

Ese es uno de los motivos que ha llevado a la Consejería de Transición Ecológica y Energía a instalar 32,8 MW de potencia extra en la isla majorera. Pero el argumento que más justifica la renovación de casi la mitad del parque de generación térmica del Archipiélago, según Red Eléctrica, es la antigüedad de sus centrales térmicas, de las cuales muchas han superado su vida útil regulatoria.

Canarias cuenta con una potencia instalada de 3.350 MW. De ese total, casi 2.500 MW proceden de combustibles fósiles (ciclo combinado, motores diésel, fueloil…) y el resto, de renovables. Pues bien, al menos 960 megavatios de esa generación térmica es producida por centrales obsoletas, instalaciones que han superado el tiempo pensado para su actividad y que ahora pueden sufrir inconvenientes. Hay algunas que excedieron su límite hace más de 25 años, de hecho.

Por eso los más de 1.300 MW de potencia térmica adicional que propone Red Eléctrica, el equivalente a centenares de pequeños motores de propano o diésel, vendrían a sustituir a todos esos equipos que están en sus últimas o que lo estarán pronto, antes de 2028. Esa es la potencia necesaria para cubrir con garantías (cumpliendo el mencionado indicador LOLE) la demanda eléctrica en las Islas que, según sus cálculos, no crecería mucho: pasaría de 8.975 gigavatio-hora en 2024 a 9.874 en 2028, un incremento del 10%.

El operador no ha pedido cualquier tipo de potencia térmica, eso sí. Recomienda equipos que “doten de una mayor flexibilidad” al sistema, de máximo 30 MW en Gran Canaria y Tenerife y 15 MW en Fuerteventura, que presenten tiempos de arranque y parada lo más rápido posible, con mínimos técnicos cercanos a 0 MW, capacidad de inicio autónomo y rampas de carga también rápidas. Una descripción similar a las centrales que promueven las empresas DISA y Sampol en Canarias, financiadas por el Estado para evitar apagones.

Por islas, la distribución de esa potencia adicional sería la siguiente: al menos 250 MW para el sistema eléctrico de Lanzarote-Fuerteventura, 520 MW para el de Gran Canaria, 500 MW para Tenerife, 2,5 MW para La Gomera (con enlace con Tenerife), 52 MW para La Palma y 9 MW para Tenerife.

Red Eléctrica ha sugerido que las centrales sean así, flexibles y de mínimos técnicos, para facilitar la penetración de renovables en el Archipiélago, donde los ciclos combinados, una tecnología enorme que combina turbinas de gas y vapor, generan más de 800 MW, es decir, casi un 30% de la generación térmica, y no ofrecen el nivel de agilidad (tiempos de arranque y parada reducidos o rampas rápidas de carga y descarga) que facilite la penetración de renovables.

Con las nuevas centrales, en opinión del operador, se estaría cubriendo la demanda y proveyendo de inercia suficiente a la red, esta es, el colchón que ayuda a mantener la estabilidad del servicio cuando ocurre una perturbación severa, como la que desencadenó el apagón en la Península Ibérica, y que de momento solo aportan de forma masiva las tecnologías conocidas como síncronas: grandes centrales hidroeléctricas, térmicas o nucleares que giran a una velocidad constante y sincronizada con la red.

Las características oscilaciones de las energías renovables, dependientes de fuentes variables como el viento y el sol, también deben ser amortiguadas por sistemas de almacenamiento, cuyo despliegue es “necesario”, remarca Red Eléctrica, “destacando los proyectos de centrales hidráulicas reversibles en Gran Canaria (Chira-Soria) y Tenerife”. Según las previsiones del operador, Canarias alcanzará los 1.605 MW de energía limpia en 2028 (849,5 MW de eólica y 756,21 MW de solar), más del doble que la actual.

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