En la madrugada de este miércoles 30 de agosto al jueves 31 se superpondrán dos fenómenos astronómicos a la vez en Canarias: una superluna y una luna azul. La combinación de ambas da origen al nombre de superluna azul, un acontecimiento que no se volverá a repetir hasta 2037.
Por un lado, se podrá observar una superluna, que viene a ser una luna llena colocándose el punto de su órbita más cercano la Tierra. A lo largo de cada mes, la Luna atraviesa dos puntos particulares en su órbita: el perigeo, que es el punto más cercano a nuestro planeta, y el apogeo, que es el punto más alejado. Cuando la Luna coincide con su perigeo o se acerca mucho a él durante su fase de luna llena, se le denomina superluna.
En este momento, la Luna parece ser más grande de lo normal debido a la cercanía con la Tierra, mientras que su brillo también se percibirá un poco más intenso.
Por otro lado, durante la noche también tendrá lugar una luna azul. Esto es, un fenómeno astronómico que se produce cuando observamos dos lunas llenas dentro de un mismo mes. En la madrugada del pasado día 1 al 2 se produjo la primera de este agosto.
Esto se debe a que el ciclo lunar tiene una duración de aproximadamente 29,5 días, ligeramente más corto que el mes promedio. Con el tiempo, esta diferencia temporal resulta en la aparición de una luna llena al principio de un mes, lo que deja suficientes días para que ocurra otro ciclo lunar completo, dando como resultado una segunda luna llena en el mismo mes.
¿La luna azul es azul?
A pesar de que este fenómeno ha sido bautizado con este nombre, la Luna no se verá de color azul, sino que tendrá el mismo color que cualquier otra luna llena. En otras palabras, la fecha de luna llena, por sí sola, no afecta a su color.
¿A qué hora y en qué lugar se puede ver la superluna azul?
En torno a las 2:35 horas de la madrugada se podrá ver la Luna en su máximo esplendor desde cualquier punto del Archipiélago. El fenómeno también será visible a lo largo de toda la noche. Se recomienda acudir a un lugar con poca luz y sin edificios u otras infraestructuras que dificulten la visibilidad.
Si tienes la suerte de que en tu localidad los cielos estén despejados, no necesitarás utilizar un telescopio ni ningún otro dispositivo, basta con que observes el cielo con tus propios ojos para poder apreciar este acontecimiento.