Las dos pequeñas tortugas rescatadas hace tres meses en El Confital enredadas en 17 kilos de mallas ya han comenzado un nuevo viaje por el océano, una hace un mes y la otra, la que más recuperación precisó, fue liberada este miércoles de la mano de las hijas del corredor que las encontró.
Un comunicado del Cabildo de Gran Canaria destaca que el deportista dejó su entrenamiento, llamó a las autoridades y se mantuvo junto a los animales hasta que llegó la Policía Local de la capital y el personal especializado de la Institución insular, que las atendió hasta su total recuperación.
El Cabildo lanzó un llamamiento para localizar al fondista para invitarlo a participar en la suelta y, sobre todo, ponerlo como ejemplo de cuál debe ser la forma de actuar en esas situaciones, es decir, llamar a las autoridades, no tratar de retirar la red, sobre todo en las partes incrustadas en la piel del animal, y mantenerse vigilante y refrescándolo.
Tampoco hay que dejar ir al animal aunque parezca que está en buen estado porque puede tener heridas internas, agrega la nota.
Las hijas del corredor fueron las encargadas de soltar la tortuga hacia su nuevo destino en la olaya de Las Canteras, en una zona muy próxima a donde fue hallada que contó con la consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Inés Jiménez, junto a los técnicos del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, la Policía Local, y decenas de personas que no se quisieron perder este acontecimiento.
El comunicado recuerda que el vertido incontrolado de redes y plásticos que llegan al mar perjudican a su fauna, que en multitud de ocasiones fallece, puesto que estas tortugas, que cargaban con el equivalente a 150 kilos en una persona, habrían perecido semanas después.
Por ello, se trató de un momento emotivo dado que, además, las hijas de Aramis Blanco enseguida contagiaron su emoción a curiosos y turistas que también se acercaron para contemplar a la tortuga adentrarse en el mar.
El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo asumió los tratamientos de la tortuga y, durante ese proceso, le suministraron antibióticos para la infección de las heridas ocasionadas por las mallas de pesca, la rehidrataron, le proporciona una dieta adecuada hasta que comiera y defecara sin problema, y pudo contar con un estanque para activar su movilidad.
Blanco recordó que mientras corría una persona lo alertó de las tortugas y le pidió que llamara porque no tenía móvil. Se comunicó con el 112, luego se dirigió a la zona en la que se encontraban las tortugas atrapadas y esperó la llegada de los policías locales, quienes contactaron con el Centro de Recuperación del Cabildo.
Blanco se emocionó al asegurar que es la primera vez que encuentra este tipo de especies en esas condiciones y, con esa acción, quiso que sus hijas tuvieran el ejemplo del cuidado de las especies y del Medio Ambiente.
Por su parte, Inés Jiménez destacó la importancia de la colaboración ciudadana, dijo que el trabajo coordinado de la sociedad resulta clave para el cuidado de la naturaleza y destacó la importancia de que las personas sepan cómo actuar, ya que es determinante en el rescate de un animal herido, y también elogió el trabajo del Centro de Fauna del Cabildo.
Manuel García, especialista del Cabildo, destacó que gran parte de las tortugas que se atienden se debe por desmayos recurrentes debido a la ingesta de plásticos o basuras que se dejan en las playas, así como heridas por esos residuos, aparte de que los restos acaban en la cadena alimenticia de las especies marinas.