En el Puertito de Armeñime, un pequeño paraje del sur de Tenerife que se ha librado (hasta ahora) del turismo masivo, se colocó la primera piedra el pasado 5 de mayo de un proyecto que transformará para siempre su playita de arena rubia, hogar en el que crían ejemplares de tortuga boba y que está enclavada junto a las dos últimas playas vírgenes del sur de la isla, la de Diego Hernández y la Caleta de Adeje. Cuna del Alma es el nombre de este mega proyecto urbanístico y hotelero que pretende ocupar 437.000 metros cuadrados de suelo con la construcción de 420 residencias de lujo, un hotel, piscinas, restaurante y otras edificaciones que se levantarán muy cerca del Espacio Natural Protegido de la Caleta de Adeje, declarado Sitio de Interés Científico por su relevancia paisajística y la flora y la fauna que allí habitan.
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