Treinta años de músicas del mundo en Canarias, de diversidad cultural, de multiplicidad de rostros procedentes de otras latitudes artísticas y geográficas. Este 2023, el festival Womad, el principal festival de músicas del mundo, cumple tres décadas en las Islas. El considerado el único festival europeo que se celebra al aire libre en pleno mes de noviembre, gracias al clima de Canarias, ha logrado a lo largo de todos estos años asentarse como una cita cultural ineludible en esta época del año.
El festival Womad no se equivocaba por aquellos años 90 cuando preconizaba que el mundo estaría marcado por la diversidad y que el acercamiento no era solo inevitable sino, además, necesario. En estos 30 años, Womad Canarias ha sido una invitación a asomarse a la pluralidad de culturas que definen el mundo gracias a figuras internacionales como Youssou N´dour, Salif Keita o Ali Farka Toure. También por el escenario de Womad han pasado artistas de las Islas como Los Gofiones o Los Coquillos y nacionales como Niña Pastori, Estrella Morente o Macaco.
Gracias a este acercamiento cultural constante y accesible para todos, se acoge y se cambia la mirada. Womad ha logrado a base de constancia una fusión especial entre el festival y la ciudad que lo vio nacer en Canarias, Las Palmas de Gran Canaria. Quizá no fuera casual que la elegida fuera la capital grancanaria, una ciudad conocida por su apertura y multiculturalidad.
En esta cita también se promueven otras disciplinas artísticas y valores que persiguen el bien común. Se realizan talleres de danza, de manualidades para el público infantil, se visibiliza la labor de las ONG y se promueve el reciclaje y la sostenibilidad.
Para la directora Womad para España y Portugal y de la productora DD&Company, Dania Dévora, la de este año es una cita especial. Cumplir 30 años de músicas del mundo en Canarias en una nueva localización (el Parque de la Música en la capital grancanaria) es un reto, pero también es el resultado de un festival asentado en la agenda cultural, puesto que noviembre ya apenas se entiende sin la celebración de este evento. Con motivo de esta efeméride, su directora hace balance en esta entrevista del camino que ha seguido Womad Canarias durante estos 30 años.
-¿Cómo comenzaste a dirigir Womad en Canarias?
En 1992 fui invitada a Womad Cáceres y yo siempre repito eso que tenemos los canarios, que cuando vemos algo que sería importante para nuestra tierra, decimos que esto en Canarias funcionaría maravillosamente y se entendería absolutamente. Y al año siguiente se aglutinaron muchas voluntades, a las que estoy inmensamente agradecida, a todos los actores sociales y políticos, para conseguir que Womad viniera en el año 93. Y a partir de ahí me hice responsable del Festival, cuando en el 99 ya me nombraron directora del festival para España y Portugal.
-¿Cuál es el balance que haces de estos 30 años?
Permitiéndome una licencia, creo, como gran parte de la sociedad en Canarias que ha vivido el Womad, que cuando el festival llegó en 1993 supuso un antes y un después. Ha habido ediciones donde se ha ido evolucionando y se ha estado pendiente de esa evolución social, política y fundamentalmente cultural. Y creo que lo mejor de esa evolución es que el público de Canarias ha hecho el festival suyo. Esto es algo a lo que estoy inmensamente agradecida y, además, muy orgullosa de que me hayan permitido ir en este lado casi conjuntamente.
-De todas las ediciones celebradas, ¿recuerdas alguna con especial emoción?
Aunque parezca un tópico, hay muchas anécdotas durante estos 30 años. Pero, ¿cuál es muy especial? Pues parecerá absurdo, pero quizá la de este año porque hay muchas connotaciones que la implican: la nueva ubicación es un reto importante, haber llegado a estos 30 años y cumplir esa celebración; sin dejar atrás que 2017 fue también un momento muy emotivo porque fue cuando volvimos después de unos seis años de estar fuera. Agradezco muchísimo y recuerdo con mucho cariño ese esfuerzo que se hizo en ese momento para retomar el festival para la ciudad.
-Las actuaciones de artistas de la talla de Youssou N´dour o Salif Keita en el Womad han colocado a Las Palmas de Gran Canaria en un lugar ventajoso en el panorama cultural internacional. ¿Cómo influye en cada edición la selección del cartel teniendo en cuenta ese peso?
Mucho. Creo que ahí está la clave. Somos conscientes de que a todos no les podemos gustar pero el objetivo es por lo menos gustarle a la mayoría. Efectivamente en la retina de muchos está esa mágica actuación de Salif Keita en Las Canteras. Esa anécdota que me encanta contarla: cuando salió Salif Keita y vio aquella inmensa cantidad de gente cantando sus canciones, él giró la cabeza a sus músicos y dijo “es que parece que somos los Beatles”. Y, por otro lado, el contar este año con Asian Dub Foundation también me emociona porque ellos fueron una banda de un antes y un después. No se había visto una banda así tan potente en un escenario. Y este era también el homenaje que queríamos hacerle en esta edición al festival en sus 30 años.
-En todas las ediciones del festival podemos encontrar en el cartel artistas emergentes locales. ¿Cuál es el valor que se da desde el Womad a los artistas noveles?
En esto también creo que se ha caminado muchísimo. Porque no es una anécdota que por nuestro escenario de Womad han pasado más de 300 bandas, muchas canarias, muchas emergentes y otras consolidadas. Este año volvemos a tener a Germán López porque nos parece que él también representa precisamente a esas generaciones. Hirahi Afonso también es un timplista maravilloso. Los focos están puestos en ellos. Igualmente con Tabaiba y Xerach. También creo que en los últimos años estamos mostrando la música que se hace en Canarias y que, por méritos propios, está en esos escenarios. Además, muchos de ellos, dentro de ese acuerdo que se hizo con los patronos del festival, como el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Cabildo y el Gobierno de Canarias, se acordó que una de las bandas estaría en el festival de Charlton Park. Así que creo, sinceramente, que Womad es el escenario adecuado, el que nosotros tenemos que hacer y fomentar para que las bandas estén ahí.
-¿Consideras que hay un vínculo entre el éxito del Womad en Las Palmas y la idiosincrasia de la ciudad?
Absolutamente. El ser sede Womad como viene sucediendo en Las Palmas de Gran Canaria o en Cáceres no es poca cosa. Cuando en el 92 vi el primer festival en España, en Cáceres, y esa acogida que tenía, pues para nosotros, que siempre digo que somos un público curioso de conocimiento, vi que era importante estar. Creo que eso es lo que ha hecho esta fusión entre la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y Womad, entre Canarias y Womad.
-Durante cinco años este festival no pudo celebrarse en la ciudad que lo vio nacer en Canarias. ¿Le preocupa que esta situación se vuelva a repetir?
Mi preocupación es estar centrada desde el miércoles que tenemos la primera actuación en el CAAM y a partir del jueves hasta el 12 en el nuevo espacio para Womad en la Plaza de la Música. Estamos todos pensado en ese inicio de festival y ya pensando en el próximo año.
-Aunque estas situaciones no se pueden prever, esta edición transcurre mientras una parte del mundo sufre de violencia extrema. Una de las señas de identidad del Womad es el de unidad frente a la barbarie. ¿Cómo puede la música hermanar a los que se consideran diferentes?
La música tiene un gran poder. Para mí es una de las armas importantes que tiene el ciudadano. Y nosotros confiamos en los valores que defendemos y que eso siga prevaleciendo. Es absolutamente desquiciado lo que está sucediendo y creo que precisamente ese encuentro de públicos, ese encuentro de culturas, no es que nos vaya a hacer más solidarios, que ya lo somos, sino que es una manera de reivindicar que la cultura y la voz del mundo tienen mucho que ver con la conexión.
¿Regresarías a celebrar el festival en la playa de Las Canteras?
Este año estamos más cerquita (risas). Empezamos en el istmo y ahora estamos en el otro lado. Pero ahora estamos más cerquita. De hecho, el pasacalles del domingo sale del Auditorio Alfredo Kraus y vamos hacia la calle Olof Palme. Así que vamos a recorrer casi la mitad de la playa.