El Gabinete literario acoge hasta el próximo 7 de abril la muestra 'Es personal'
El Gabinete Literiario de Las Palmas de Gran Canaria acoge hasta el próximo 7 de abril la muestra 'Es personal. Poéticas sobre trabajo, violencia y género', con obras de Alicia Framis y Teresa Margolles. La exposición está organizada por la Unidad de Igualdad del Cabildo de Gran Canaria y comisariada por el equipo de creación, teoría y gestión PSJM (Cynthia Viera y Pablo San José).
Esta exposición se despliega en dos espacios. Por un lado, en la Sala de Arte Social del Gabinete Literario se establece un diálogo entre las obras de Alicia Framis y Teresa Margolles, dos artistas de renombre internacional pertenecientes a una generación que despunta en los años 90. Ambas han representado a sus países en la Bienal de Venecia: Margolles a México en 2009 y Framis, que vive y trabaja en Amsterdam, a los Países Bajos en 2003.
Por otro lado, la muestra Es personal se ha completado con una intervención en la Sala de Cristal del Cabildo de Gran Canaria a cargo de la joven artista palmera Raisa Maudit, cuyo trabajo está recibiendo ya un notable reconocimiento institucional con su presencia en espacios como MUSAC (León), CA2M (Madrid) o la Fundación Miró (Barcelona).
Tanto el trabajo de Framis como el de Margolles suman en la lucha simbólica contra la desigualdad, la opresión y la violencia contra las mujeres. Por su parte, Teresa Margolles (Culiacán, México, 1963) ocupa una gran pared de la sala con su obra «Pesquisas» (2016). Una instalación mural de 30 impresiones en color de fotografías de carteles de mujeres desaparecidas que cubren las calles de Ciudad Juárez, México.
Esta “denuncia poética del feminicidio” que presenta Margolles es flanqueada por el registro videográfico de dos acciones de Alicia Framis (Barcelona, 1967) que se proyectan en las paredes adjuntas. Por un lado, The Walking Ceiling (2018), performance realizada recientemente para su gran exposición Pabellón de género en la sala Alcalá 31 de Madrid, en la que se denuncia el techo de cristal.
La artista pidió a mujeres profesionales de Madrid que la ayudaran a portar una placa de cristal de tres por dos metros. La placa se apoya en las cabezas de estas trabajadoras “white collar” gracias a una almohadilla que evita que el cristal se deslice y amortigua las vibraciones. Este elemento recuerda sutilmente a la mujeres africanas que portan agua o víveres.
La muestra tiene como marco el lema feminista de Kate Millet Lo personal es político con lo cual, se pone el acento en que, “si bien lo público ha sido considerado universalmente como el espacio de lo político, de las leyes y de la razón –de lo masculino–, en el ámbito privado también se ejerce un poder político, de dominación y opresión, del hombre sobre la mujer”. Y, por tanto, “si se da un poder de dominación, puede darse un contrapoder de emancipación y liberación”. Para revertir esta política sexual (Millet), para invalidar el originario contrato sexual previo al contrato social (Pateman), la dicotomía público/privado ha de ser superada.
La exposición además apunta en otras direcciones teóricas que tienen que ver con el concepto de persona y de sujeto en la modernidad. La mujer ha sido relegada culturalmente al ámbito de la necesidad, de lo privado, de lo natural, considerada incapaz de ir más allá de lo particular y lo subjetivo, de alcanzar el pensamiento de lo universal necesario para regirse por la norma.
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