El Festival Internacional Canarias Jazz & Más Heineken abandona el Teatro Leal de La Laguna (Tenerife) después de dos jornadas de música para trasladarse a la plaza de La Concepción en su última cita lagunera en la que harán acto de presencia los ritmos africanos y caribeños.
La cubana de origen caboverdiano Mayra Andrade y el conjunto caribeño-surinamés Fra Fra Sound subirán al escenario instalado en la plaza de La Concepción, el martes a partir de las 21.00 horas, para ofrecer un concierto único y de carácter gratuito, según informó la organización del acto.
Mayra Andrade nació en Cuba, de padres caboverdianos. Creció en Cabo Verde, pero ha vivido también en Senegal, Angola, Alemania y finalmente en Francia, donde en 2005, el célebre cantante francés Charles Aznavour la invitó a participar en su nuevo álbum. Después de recorrer diversos festivales internacionales, regresó para grabar al año siguiente su primer álbum “Navega”. Con este disco, Mayra se impone como una de las promesas de la música de Cabo Verde, recogiendo el testigo de grandes voces de la isla como la de Cesaria Évora.
Este primer trabajo, la artista afirma con fuerza su libertad, es una apuesta por la simplicidad, un maravilloso conjunto acústico, y una mezcla entre los paisajes naturales caboverdianos y los suburbios parisinos, cambiando con facilitad increíble de “morna” a “funana” y de “coladeira” a “batuque”, con su jazzístico toque personal.
Por su parte, el septeto caribeño-surinamés Fra Fra Sound ha sido durante casi tres décadas parte importante en la escena de la world music y el jazz internacional. Fundado en Amsterdam en 1980, Fra Fra Sound ha engrandecido su inicial fascinación con estilos musicales de Surinam incorporando otras influencias del Caribe, África y Estados Unidos, con lo que el valor cultural y artístico de su música mestiza no deja de crecer constantemente.
En este camino ha sido clave el constante flujo de músicos en su seno que le ha aportado diferentes etapas artísticas. Desde comienzos de los 90, Fra Fra Sound usa esta misma libertad musical para combinar e investigar sobre diversos estilos sonoros, enraizados en África. No sólo acercándose a la música caribeña y latinoamericana de la diáspora Africana, sino también sus ramificaciones en el jazz, el blues, el soul y el gospel de los Estados Unidos.