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Andrés Neuman: “Los premios son sólo un permiso para seguir inventado”

MADRID, 5 (EUROPA PRESS)

Andrés Neuman, galardonado con el Premio de la Crítica y el Premio Alfaguara por su novela 'El viajero del siglo', ha convertido una gira de promoción literaria por 20 países en una “radiografía en tiempo real de Latinoamérica” y en “una pequeña teoría del viaje contemporáneo” que ha bautizado con el título de 'Cómo viajar sin ver' (Alfaguara).

“Una gira promocional no es más que una versión desaforada del turismo contemporáneo; con viajes programados, reservas de hotel y excursiones con guía que nos sumerge en un tipo de experiencia viajera. Yo iba a experimentar una versión tan exagerada de todo esto que iba a poder pensar qué se ve, cuándo no se ve”, explicó este autor, para quien tanto el Premio de la Crítica como el Alfaguara de Novela son sólo “un permiso para seguir inventado”.

Así cuando le comunicaron el “exhaustivo” itinerario de la gira del Premio Alfaguara, Andrés Neuman pensó en experimentar una “hipérbole del turismo contemporáneo” y a la vez, construir un “diario saltarín” de su paso por aeropuertos hoteles y taxis de países como Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Chile, Perú Venezuela, Guatemala, Puerto Rico o incluso Miami.

“Una situación, una nota. Una nota, un párrafo”, era el objetivo de Neuman a la hora de escribir este libro, que incluye aforismos, crónicas relámpago, situaciones narradas en forma de micro-relatos, reflexiones comprimidas en forma de aforismos, pequeñas columnas de opinión y también citas de poemas y escritores para tratar de sintetizar la situación de cada país y poder compararlas.

'ZAPPING' CON EL ESPACIO

“Dudo mucho que nunca vuelva a recorrer un continente entero en el mismo año y eso me permitía casi hacer un 'zapping' con el espacio”, indicó este autor, incluido en la lista Bogotá-39 con los más destacados autores jóvenes nacidos en Latinoamérica.

Su libro 'Cómo viajar sin ver' tiene tres temas recurrentes: la alerta sanitaria por la Gripe A, el golpe de estado de Honduras y la preparación de los festejos de los bicentenarios de las independencias de cada país. “Explorando esos tres temas podías descubrir muchas cosas sobre cada país, cada gobierno y cada sociedad”, explicó el autor en declaraciones a Europa Press.

Así, de Argentina le sorprendió la forma “apocalíptica” en la que se vivía la gripe A o la forma en que se gestionó la información. “La ciudadanía vivió la gripe A como el fin del mundo”, resaltó.

LA OPRESIÓN DEL CHAVISMO

De Venezuela, le admira que siempre se termina hablando de Chávez. “La dominación del Régimen tiene que ver con eso, la forma en que ha conseguido que todo el mundo hable de él”, señaló Neuman, quien precisó que no sintió lo mismo cuando visitó Ecuador con Correa o Bolivia con Evo Morales.

“En ninguno de estos dos países notas la opresión temática como el chavismo en Venezuela. Y también notas la actitud de los llamados intelectuales o de la gente de la cultura”, señaló.

En este sentido, advirtió que en Ecuador la gente de la cultura “pasa bastante de Correa”, mientras que la “mayoría de los intelectuales blancos, la mayoría de la gente de la clase media, media alta que trabaja en la cultura, apoya o como mínimo comprende que el presidente de un país indígena sea indígena y que después de una opresión a esa mayoría, necesariamente tenía que haber un régimen que reivindicase los derechos indígenas”, alegó.

LA “ADAPTACIÓN AL MEDIO”

Tras escribir 'El viajero del siglo', 'Como viajar sin ver' ha sido para Andrés Neuman una “liberación” y lo que en uno era “preparación” en éste es “improvisación”, o lo que era “profundidad”, aquí parece “ligereza”. “Pero yo creo que la escritura es un mecanismo de adaptación al medio”, argumentó este autor.

“Para mí el verdadero misterio de la escritura es qué hacer con el lenguaje dada la situación y la situación de este viaje era de vértigo, y traté de buscar un libro que se aprovechase de este ritmo”, aclaró.

Aunque le habían advertido que le podría pasar “todo tipo de desgracias” durante la gira de promoción (ataques de pánico, perforaciones de tímpanos, mal de altura) a él le pareció que parte del malestar de una gira era la sensación inevitable de ser un “impostor” porque “posas las 24 horas de escritor y faltas a tu deber de escribir”, aclaró.

“Todo me parece una oportunidad para escribir” y “si el viaje es estar observando, espero no bajarme nunca”, reconoció este autor a quien le gustaría tomarse el verano para escribir. “No tengo prisa en publicar pero sí ansiedad por volver a estar escribiendo un libro, no me importa cuando lo termine, pero quiero empezarlo ya. Cuando no tengo un libro entre las manos me siento todavía más inútil de lo acostumbrado”, concluyó.