LOS ANGELES, 1 (EUROPA PRESS)
El núcleo duro del Partido Republicano con el ex presidente de los Estados Unidos George W. Bush a la cabeza desconfían de las historias de Harry Potter y de su autora JK Rowling. El temor de Bush y los suyos era que la saga del joven mago pusiera de moda la hechicería entre la juventud del país.
Tales eran los recelos que las aventuras del niño mago desperataban entre las filas republicanas, que Bush llegó incluso a negarle a JK Rowling una alta distinción del Gobierno en el mundo de las artes y la cultura.
Ha sido Matthew Latimer, un antiguo asesor del ex presidente de los Estados Unidos que participaba activamente en la elaboración de los discursos del mandatario, el que ha destapado la animadversión que existía en la Casa Blanca hacia Rowling y su exitosa saga.
En su libro de memorias, 'Speechless: Tales of a White House Survivor' ('Sin palabras: Relatos de un sobreviviente de la Casa Blanca'), Latimer cuenta cómo fue el propio Bush el que vetó a la autora británica para recibir la Medalla Presidencial de la Libertad, un premio que reconoce las contribuciones a los intereses nacionales de EEUU y difundir sus valores dentro del mundo de la cultura.
Una distinción que recibieron Nelson Mandela o Charlton Heston y que en aquella ocasión fue a parar al ex primer ministro británico, Tony Blair, a quien Bush se la concedió en uno de sus últimos actos como presidente estadounidense. El actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, concedió el pasado mes de agosto este galardón al físico Stephen Hawking y al actor Sidney Poitier.