Un recorrido por el callejero madrileño del ciudadano Galdós
Franquicias y museos del jamón salpican hoy los barrios favoritos de Galdós en Madrid, en los que solo se mantiene en pie el edificio de la primera pensión que le alojó de estudiante a su llegada a la capital, según explica a Efe el cronista de la Villa, Pedro Montoliú, en un recorrido por los lugares ligados al escritor fallecido hace ahora cien años.
Con motivo del centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920), Montoliú describe las calles que amó e inspiraron al académico, a quien Madrid dedica este año un amplio programa de celebraciones.
“Imagen de la vida es la Novela, y el arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y nos rodea”, afirmaba el genio canario en su breve discurso de ingreso a la Academia de la Lengua, que tardó la friolera de siete años en entregar.
El motivo más probable de la tardanza: su enfado con los académicos por tumbarle en la primera votación, apunta Montoliú.
Calle Fuentes 3, su primera pensión
El número 3 de la calle Fuentes fue la primera pensión en la que se alojó. Es un bloque de viviendas de tres plantas con pequeños balcones y un restaurante mexicano a pie de calle. Es el único edificio que se conserva del tiempo de Galdós y una gran placa en la fachada recuerda que aquí vivió el máximo representante del realismo español, junto a Clarín.
Para Galdós, este barrio tiene “un encanto muy especial y lo refleja en muchas de sus novelas”. Se sitúa a unos 200 metros del Teatro Real, a cuyas representaciones acude para disfrutar de la música -estudió piano- y ganarse la vida con sus críticas musicales.
Durante sus tres primeros años en Madrid “se dedica a callejear, ver, mirar, observar, ir a cafés, tertulias y al Teatro Real. No pega chapa en la Facultad de Derecho”, razón por la que dejó su Canarias natal con 19 años.
Los cinco años siguientes vive del periodismo y se vale del oficio para aproximarse a la gente, aprender cómo viven, poder meterse en ambientes y casas. “Le permitió tomar la realidad”.
La casa de Fortunata, junto a la Plaza Mayor
El número 11 de la Cava de San Miguel, a pocos metros de la Plaza Mayor, es el escenario en el que Galdós sitúa la vivienda de Fortunata, una de las protagonistas de la novela Fortunata y Jacinta.
Es un lugar que aprovecha para describir todo el barrio de La Latina, y en el cercano restaurante de Botín se recuerda la celebérrima obra en una placa.
Aún conserva cierto sabor popular, pero también se ha convertido en uno de los puntos más turísticos de la ciudad. El número 11 de la Cava de San Miguel linda a la izquierda con un Museo del Jamón, y a la derecha está flanqueado por los mesones de la Guitarra, del Boquerón y de la Tortilla y por las Cuevas de Luis Candelas.
Costanilla de los Ángeles, 'Tormento'
A escasos cinco minutos a pie del anterior destino se encuentra la calle Costanilla de los Ángeles y, aunque Galdós no desvela el número exacto, aquí sitúa la acción de su novela Tormento.
“Este era el hábitat de un Galdós al que le gustaba vivir la vida, sin ser un juerguista. En el mismo barrio se ubica la calle de Las Veneras, escenario de 7 de julio”, quinta novela de la segunda serie de los Episodios Nacionales.
Hombre de izquierdas y candidato frustrado al Nobel, Galdós se relacionó con muchísimas personas y contó entre sus amigos con los hermanos Machado, Hartzenbush, Alcalá Galiano y Azorín. Su principal característica: la “curiosidad”.
Puerta del Sol, cafés y tertulias
Uno de aspectos que más llaman la atención a Galdós a su llegada a Madrid es el ambiente de los cafés. Se hace habitual de las tertulias del Café de Los Naranjeros, en la Plaza de la Cebada, y sobre todo de las del Puerta del Sol: el café de las Columnas; El Universal e Imperial, que hoy ocupan Apple y varias franquicias.
Allí se habla sobre todo de política, en una época de una enorme convulsión política.
La Fontana de Oro, reconvertida en un pub
El autor de los Episodios Nacionales refleja “muy bien ese ambiente en La Fontana de Oro”, escenario de su primera novela homónima y hoy reconvertido en un pub que lo recuerda en su exterior con una gran placa.
Ahora la entrada se sitúa en la calle Victoria, pero en la época se ubicaba en la Carrera de San Jerónimo. A la vuelta, otro Museo del Jamón lleno de turistas.
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