“Es imposible que me salgan dos iguales”. Esto lo dice Elena Sánchez, madrileña de 33 años afincada en Santa Cruz de Tenerife y diseñadora de su propia marca de camisetas, Despistadas. Junto a Patricia García se ha montado una tienda en Facebook y desde Internet venden no solo las prendas que decoran a mano, también complementos artesanales que fabrican con cualquier cosa que encuentran.
En plena fiebre del artcraft, Elena y Patricia decidieron lanzar su propia colección por recomendación de los conocidos a quienes regalaban sus propios productos. “Empecé haciéndome camisetas a partir de otras camisetas básicas y sencillas que compraba”, explica por correo electrónico, “buscaba algo distinto que no encontraba en las tiendas y pensé que podía hacerlo yo misma”. Y de ahí, y de sus “infinitos despistes”, nació la marca.
De momento, fabrican las camisetas por encargo y el precio varía “en función de la dificultad del diseño y el trabajo que lleve”. La única premisa es la originalidad. “Las pinto a mano, a veces les corto trocitos, les coso retales, botones, cadenas”, cuenta, “cualquier cosa que se me ocurre”. Elena es casi una científica del diseño y su método, el de Edison, ensayo y error: “Me pongo con todo sobre la mesa y voy probando”. Por eso “cada una sale a su manera”. “Son como las personas”.