Carlos Varela: “Nunca me gustaron las frases triunfalistas de los políticos que prometen y que hablan en nombre de los pueblos”

El músico cubano Carlos Varela.

Francesc Zanetti

Vuelve usted a Canarias, después de muchísimos años sin que sus seguidores isleños hayan podido disfrutar de su música en directo ¿Qué recuerdos tiene de aquel primer viaje a principios de los años 90, que sirvió para que grabara aquí ‘Jalisco Park’, su primer disco?

Fue un viaje maravilloso y muy definitivo en mi vida. Yo llegué a Canarias de las manos de Silvio, pero ya conocía a los integrantes de Mestisay y de Taller Canario, así que contaba con amigos en Gran Canaria y Tenerife. Estuve grabando mi primer disco ‘Jalisco Park’ y a la vez cantando durante meses en diferentes islas, lo que me permitió conocer a mucha gente y conocer un poco más de la música, de la historia y de la cultura canaria. Después de ese año regresé muchas veces.

Entonces era usted una joven promesa de la canción cubana criado a la sombra de los grandes nombres de la Nueva Trova. ¿Qué ha cambiado en usted desde entonces a nivel compositivo? 

Con los años uno va conociendo más del oficio de componer y cantar. Siempre he dicho que mis primeras canciones eran más fotográficas de La Habana de los años 80. Una vez que comienzo a recorrer el mundo comencé a descubrir que el amor, el desamor, la ilusión y la desilusión son iguales en todas partes del mundo y las ciudades solo son telones de fondo. 

Nunca he dejado de ser yo en esencia, solo que con unos años más inevitablemente comienzas a ver la vida, tu historia, tu pasado y a los que te rodean con una visión mucho más universal y eso se nota en la filosofía de las canciones, a pesar de ser isleño.

Entre la crítica y el público se le considera el hijo espiritual de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. ¿Cuál de los dos ha influido más en su formación como compositor e intérprete?

No solo para mí, Silvio y Pablo han inspirado e influenciado a muchas generaciones de cantautores, dentro y fuera de Cuba. He compartido el escenario varias veces con los dos y siempre ha sido una experiencia única e inspiradora que te ayuda a crecer. Es algo que no se aprende en ninguna Universidad.

Sus trabajos discográficos y sus directos han tomado la dirección, en cuanto a sonido y arreglos musicales, de una banda de pop/rock ¿Cree que sus seguidores han sufrido en algún momento el síndrome dylaniano de la excesiva electrificación de la propuesta musical de un cantautor muy cuidadoso con sus textos y melodías?

Hay gente y gustos para todo. Están los que le gustan más las baladas y canciones tranquilas  y los que prefieren temas con más banda de rock. Yo vengo y soy de esos dos caminos.

Crecí en una ciudad donde a finales de los 70 los muchachos fabricaban antenas ilegales para escuchar las emisoras del Norte donde ponían Rock and Roll, que en aquellos años era llamada, la música del enemigo! Y por supuesto, a la vez crecí escuchando a Silvio y Pablo. De cualquier manera siempre trato que tanto mis discos, como mis conciertos estén balanceados entre baladas y temas más rockeros y así ni me aburro yo, ni se aburren ellos.

Ha tenido usted una notable relación con artistas, políticos y personajes destacados de Estados Unidos que han visitado su isla. Ellos le reconocen como uno de los interlocutores culturales en el acercamiento que se produjo hace unos años entre los dos países. ¿Cree, a tenor de esa circunstancia, que está justificada la desconfianza histórica hacia todo lo estadounidense – en una especie de historia de amor/odio –por parte de la sociedad cubana?

Tengo muchas canciones que hablan de ese tema. Por ejemplo en la canción ‘Siete’  hay un verso que dice: “Y aún siguen los abuelos de las dos orillas, echándose el anzuelo, la culpa y la semilla”. La desconfianza entre las dos orillas la crearon dinosaurios de ambos bandos que han convertido el odio entre los cubanos en un negocio político y en una tragedia interminable para los cubanos de todas partes.

En mi nuevo disco hay una canción que dice: “Hace mucho tiempo nos mintieron/ hombres con poder y gloria/ y sembraron miedo por dinero/ entre los que aman y se odian”

Muchos critican la deriva reguetonera de la música popular cubana, tachándola de barriobajera ¿Cómo se posiciona ante ese movimiento con tantos seguidores entre la juventud cubana?

Hay de todo en la viña del señor. El reguetón en el mundo entero es sin dudas un fenómeno de multitudes. Muchos pensaron que solo era una moda que iba a pasar. Ahora bien, no es lo mismo un tema de reguetón compuesto y tocado por Calle 13 que el reguetón de moda que sueles escuchar a diario en cualquier discoteca. 

No conozco personalmente a muchos reguetoneros cubanos, pero si conozco algunos temas de varios de ellos. Muchas veces si te conectas en las redes sociales, es más fácil encontrar noticias sobre peleas entre ellos, que noticias sobre su trabajo. Muchos se han ido a Miami para intentar luchar por sus carreras. No es nada fácil y ellos lo saben.

No todo el mundo se toma en serio el oficio de escribir y comunicar, no todo el mundo cree que para subirse a un escenario, hay que dedicarle primero mucho tiempo de estudio, no todo el mundo se toma en serio el oficio de la poesía y el de escribir y componer canciones de cualquier género. Desde que existe el mundo hay una cosa cierta, unos hacen los muros y otros las puertas.

Es inevitable abordar la situación política de su país a propósito, entre otras cosas, del continuo diálogo de las letras de sus canciones con la difícil realidad del cubano de a pie. ¿Hacia dónde cree usted que se dirige su país?

Esa es una verdadera incógnita! Nunca me gustaron las frases triunfalistas de los políticos que prometen y que hablan en nombre de los pueblos. Hay millones de cosas que hay que cambiar en Cuba y en el mundo. Hay mucho que hacer. Hay muchas cosas que no se ven, pero que han ido cambiado lentamente en la mente de millones de cubanos, dentro y fuera de Cuba. 

¿Qué va a suceder? Nadie lo sabe. Hay gente con fe y ganas de echar para adelante y otros que prefieren escapar. Los pueblos siempre son un misterio. Hoy te adoran y mañana te pueden dar la espalda. El pueblo cubano es creativo y peleador. Hay muchos que están dispuestos a seguir peleando, pero también hay otros que quizás demasiados años de luchas, de sacrificios y de esperas ha generado fatiga, cansancio, falta de fe y desilusión tanto en los hijos como en los padres. 

Es verdad, por ejemplo, que es muy fácil y gratuito estudiar cualquier carrera en Cuba, pero hoy por ejemplo, los negocios privados como restaurantes o paladares se han vuelto el trabajo mejor pagado para chicos acabados de graduar en la Universidad de ingenieros, actores, economistas, arquitectos, músicos, diseñadores, etc. 

Algunos cubanos optan por quedarse en la isla en la batalla diaria junto a su familia, otros prefieren escapar, venden sus casas y se van con toda la familia a cruzar fronteras, ríos y selvas desde Panamá hasta EEUU. Muchos mueren en el camino. Otros están atrapados en la frontera de México sin poder entrar. Es una tragedia, lo que le ha tocado vivir a buena parte de la familia cubana, eso es una verdad que no se puede tapar.

El drama del exilio cubano es abordado por usted en no pocas de sus canciones. En los últimos años, además, ha realizado conciertos con frecuencia en Miami. ¿Cómo es recibido allí, donde una parte de sus compatriotas emigrados no ve con buenos ojos la presencia de artistas que siguen viviendo en la isla?

La primera vez que fui desde Cuba con mi banda a Miami fue en el 2010. Teníamos el teatro Gusman Center vendido y en la acera de enfrente estaban los de Vigilia Mambisa con carteles que me decían Rata Comunista y una aplanadora aplastando mis discos. Yo les enviaba café. Eran personas muy mayores.

Luego no vinieron más. Toco todos los años en Miami y otras ciudades de EEUU y tengo que reconocer que los conciertos de Miami siempre son los más eufóricos!  Siempre me tratan con mucho respeto. Se ve a mucha gente cantando y llorando. Uno siente que de alguna manera ellos encuentran en cada una de estas canciones un pedazo de su historia, de su barrio y de su pasado. Es muy fuerte lo que se siente allá arriba.

Tenemos noticia del importante movimiento cultural alternativo que, a pesar de las dificultades económicas que atraviesa Cuba,  se produce especialmente en La Habana entre músicos y artistas plásticos jóvenes ¿Cree usted que es un movimiento que se apropia de los fuertes mitos culturales históricos cubanos o busca otros valores más universales y menos “folclóricos”? 

Hay de todo. Hay mucho talento en jóvenes artistas cubanos, lo mismo en la música, que en la plástica, la literatura, el teatro, el cine, la danza, etc. Es normal que se creen proyectos entre ellos. Esto ha sucedido en generaciones anteriores. La tendencia, por lo general suele concentrarse más en tratar de encontrar sus propios discursos, a partir de su propia historia y de su propia voz con un lenguaje que juega sobre todo con valores más universales.

Al hilo de la anterior pregunta, usted es un músico cubano que no hace timba, que no hace son, que está fuera de esa clasificación emocional y musical tan potente que llena casi todo el siglo XX cuando se habla de música cubana ¿Le cuesta adjetivar como “cubana” a su música?

No soy el músico cubano típico de la postal de la Habana, pero sí, soy muy cubano y mi música también. Es verdad que no hago mucho son, aunque me gusta mucho, pero sin embargo en muchas de mis canciones hay un montón de elementos de la música cubana que es muy amplia y muy rica!

Silvio dice que yo toco la guitarra de una manera muy cubana que muchos no descubren. Tanto mi música, como mis letras son el reflejo del sitio donde nací, crecí y donde vivo. Hay muchas maneras de contar lo que es La Habana o lo que es Cuba.

Actúa usted con cierta regularidad en Estados Unidos, a veces acompañando al prestigioso Jackson Browne. Aparte de que allí le seguirá un público hispanoparlante, ¿se hacen entender sus canciones entre los anglos?

Es bastante interesante. Si recuerdas la primera vez que escuchaste ‘Yesterday’, estoy seguro que te gustó y no entendías de que hablaba. Con  algunas canciones sucede que están cargadas de alma y sentimiento que la gente recibe. Claro está también van muchos latinos a estos conciertos que le van susurrando los textos al oído del que no lo entiende todo. Muchas veces utilizo a una traductora que nadie ve, es solo una voz que se escucha cuando leo algún texto o cuando quiero contar algo especial de algún tema dentro del show. A esa voz le suelo llamar: SIRI

Trae un nuevo disco bajo el brazo. Háblenos de él…

Es mi disco preferido y quizás el más filosófico. Son 14 canciones con un sonido novedoso y diferente de donde predominan las guitarras tocadas por mi moviéndome más cerca del rock, el blues, la canción y la fusión. Vengo del mundo del teatro, así que cada canción cuenta una historia diferente. Es un disco con una teatralidad y una dramaturgia en cada uno de los temas y a lo largo del disco. Suelo ver los discos como una obra en conjunto, no como un puñado de canciones al azar. 

La canción ‘El Grito Mudo’ está inspirada en una historia real. Todos sabemos que las redes sociales nos seducen, nos acercan, pero también nos alejan. Se vuelven una extraña relación de compañía y soledad. Cada vez tenemos más amigos virtuales y a la vez menos amigos reales!

El bullying está en todas partes y de muchas maneras. Con las redes sociales y la llamada “epidemia de la soledad” el ciber bullying está provocando que miles de adolescentes en el mundo decidan quitarse la vida en silencio, escondidos en la soledad de sus habitaciones. Esta canción está inspirada en la historia real de Lucía, una chica de 13 años que dibujó y en su diario, como se iba a suicidar al día siguiente. 

Su suicidio fue su venganza contra sus acosadores. El grito mudo puede estar a tu lado, muy cerca de ti, solo que no lo sabes, porque no lo escuchas y tampoco lo ves.

Por último, ¿qué canciones son las que conformarán su concierto en la Plaza del Pilar Nuevo de Vegueta el próximo 18 de octubre?

Será un día muy especial, así que voy a cantar canciones de distintos discos y alguna de las nuevas.

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