MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El cine ha subido un 9% en lo que va de 2012. El precio medio de una entrada es de 7,08 euros en días laborables y 7,24 los festivos. En las proyecciones 3D el coste medio es de 9,21 euros, un 30% más caro. Así se desprende de un estudio de FACUA-Consumidores en acción que ha analizado los precios de 133 cines en las cincuenta capitales de provincia de España y las dos ciudades autónomas.
Una entrada de cine cuesta actualmente una media de 7,08 euros los días laborables. Una cifra que aumenta los fines de semana, los días de mayor afluencia de público, cuando el precio alcanza los 7,24 euros, un 2,6% más.
El precio medio de la entrada en día laborable ha subido un 8,6% en lo que va de 2012 con respecto los 6,52 euros registrados a finales del año pasado.
A la subida aplicada por una parte de las salas antes de septiembre hay que sumar la repercusión del incremento del IVA vigente desde este mes (ha pasado del 8 al 21%), que FACUA considera “un auténtico ataque a la cultura”. “Muchos cines podrían subir sus precios antes de que finalice el año por no haber trasladado aún el incremento del IVA”, indica.
Según este estudio, el cine acumula una subida del 48% en los últimos ocho años, que FACUA considera “desproporcionada”. La entidad estima que el sector de la exhibición y el de la distribución cinematográfica deben evolucionar a nuevas fórmulas que están comenzado a plantear productores y directores, como estrenos simultáneos en salas, online y DVD o Blu-ray, caso de la película de Paco León 'Carmina o revienta', o proyecciones a precios reducidos, como las que está teniendo el filme de Alfonso Sánchez 'El mundo es nuestro'.
BARCELONA, LA MÁS CARA
Asimismo, el informe de FACUA desvela que Barcelona es la capital más cara, ya que una entrada cuesta 8,49 euros de media en días laborables. Le siguen A Coruña, Alicante y Oviedo donde ir al cine en días laborables cuesta 8,40 euros de media.
En cuanto a los precios medios más bajos, son los de Melilla (5,00 euros) seguidos de Granada (5,75 euros), Cáceres (5,80 euros) y Golmayo en Soria (5,85 euros).
La gran mayoría de los cines ofrecen precios especiales en determinados días de la semana, como el del espectador, u horarios, sesiones matinales y de madrugada que también cuentan con precio reducido.
El precio medio más caro de los cines que tienen día del espectador se sitúa en Orense y Pontevedra, con 6,95 euros. Le siguen A Coruña y Oviedo, 6,80 euros. Los precios más económicos de media son Melilla con un coste de 4 euros, seguido de Granada, 4,25 euros, Almería y Palma de Mallorca, con un precio de 4,50 euros.
FINES DE SEMANA Y FESTIVOS
Sin embargo, frente a esta reducción de precio, en treinta y nueve de los cines analizados el importe es diferente. En treinta y ocho de ellos el precio es más caro los fines de semana y festivos, precisamente los de mayor afluencia de público.
El precio medio estos días es de 7,24 euros. Los cines más caros en fines de semana y festivos son los de Barcelona, 8,95 euros, seguido de Guadalajara 8,50 euros y Madrid, con un coste de 8,42 euros.
Las entradas medias más económicas los fines de semana y festivos se venden en Melilla (5,00 euros), seguido de Granada, 5,75 euros y Almería con un coste de 6,00 euros.
En cuanto a los cines 3D el precio medio de una película de estas características un día normal es de 9,21 euros, un 30,1% por encima de los 7,08 euros de las películas en 2D.
DEMANDAS DE FACUA
FACUA denuncia así “la imposición ilegal que establecen muchos cines de entrar en las salas exclusivamente con bebidas o alimentos adquiridos en el interior de sus recintos, donde los precios, en muchos casos, son muy elevados” y recomienda a los usuarios afectados que exijan hojas de reclamaciones para denunciar estas irregularidades.
Otra crítica es que numerosos cines no cuentan con un buen aislamiento acústico entre sus salas o con respecto al exterior. Asimismo, una queja frecuente de los consumidores es que las primeras filas de muchos cines están extremadamente cerca de la pantalla.
FACUA también pone de manifiesto que en muchos multicines, la falta de operarios suficientes para controlar las proyecciones hace que sean los espectadores quienes tengan que avisar cuando se produce una avería y la película se para, se queda sin sonido o imagen o su calidad es deficiente. Por otro lado, la organización indica que los usuarios también deben exigir que las salas, al igual que los lavabos, se limpien entre cada sesión.
Asimismo, los espectadores se llevan sorpresas desagradables en ciertos multicines cuyas salas tienen grandes diferencias en el tamaño de las pantallas, exhibiéndose en algunos casos las producciones “en auténticas cajas de cerillas”.