Un cineasta canario rescata del olvido a los cubanos que lucharon contra el fascismo en España
La República española también contó con el apoyo de cubanos y cubanas que querían combatir el fascismo tras el golpe de estado de 1936. Así lo retrata el cineasta canario Miguel G. Morales en su documental Escuchar la sombra, que en palabras de su director es “un canto a la memoria de los llamados vencidos que nunca lo fueron, los que sacrificaron y pusieron el cuerpo en aras de un mundo mejor”. Incide en que también es “una película que reivindica lo que no quedó en el relato oficial de las Brigadas Internacionales, donde miles de personas anónimas de Cuba no estaban incluidas. Pareciera que también hubieran sido vencidos por la memoria. Los ”olvidos“ en la historia oficial apuntalan la ideología del poder”, sostiene.
La cinta, de 30 minutos de duración, muestra un 80% de imágenes inéditas que son fruto del trabajo de investigación de Miguel G. Morales durante tres años. En ella se recuerda que Cuba fue la última colonia del imperio español y, a pesar de ello, y “de manera clandestina, miles de cubanos llegaron a la Península Ibérica para defender la Segunda República contra la amenaza del fascismo y el golpe de estado franquista”. No obstante, no pretende ser una película historiográfica, sino una especie de ensayo.
Explica que esta historia llegó a él después de toparse con el discurso de La Pasionaria en Cuba, donde habla de los cubanos y cubanas que estuvieron en la guerra defendiendo a la República. “Empecé a tirar del hilo y se lo planteé a Atilio Caballero” (reconocido dramaturgo y escritor cubano que ha sido el guionista de este documental). “Me interesan historias que nunca han pretendido ser contadas, que no entran en los relatos normativos, esa ”belleza de los desencajados“ como decía Alejandra Pizarnik. A partir de una imagen o de un simple registro oral se puede activar una historia a contar, en este caso fue el discurso de La Pasionaria en La Habana en 1963”, remarca.
El cineasta explica que si hay dos características clave que describen la película es, por un lado, la normalización de las mujeres dentro de todos los espectros de lo que fue el golpe de estado y la guerra civil y cómo se defendió a la República española. Incide en que le interesaba reflejar a las lideresas que había en ese momento, tanto en el anarquismo como comunismo o socialismo, pero sobre todo normalizarlo en el relato. Y, por otro lado, apunta que la película también se caracteriza por la no violencia, es decir, su premisa era la de “no utilizar ni seleccionar ninguna imagen de muertos, guerra, trincheras, bombas”. “En la película no se ve nada de esto, apenas se ven armas, se ve algún arma porque alguien la tiene, pero intentamos crear un relato que no abogara por la violencia”, recalca.
Miguel G. Morales lamenta que la historia de los brigadistas cubanos haya pasado desapercibida en la historia y remarca que Cuba, que es una isla minúscula en comparación con EEUU, aportó más brigadistas en relación a su población. “Se tiene constatado que Cuba aportó unos 1.400 y EEUU 3.000. Sin embargo, se han contado miles de relatos sobre los brigadistas americanos pero de los cubanos no y con la particularidad de que encima Cuba era una colonia española donde España había arrasado con una población cubana, los había tratado como esclavos”, explica.
Miguel G Morales destaca que los intelectuales cubanos que estuvieron en el II Congreso de Escritores Antifascistas de Valencia fueron Juan Marinelo, Nicolás Guillén, Felix Pita y Alejo Carpentier. En España también les cogió el golpe de estado al pintor Wilfredo Lam o al músico Julio Cueva. Asimismo hace mención al escritor surrealista Juan Brea o al muy conocido periodista Pablo de la Torriente Brau, que murió en el frente y al que Miguel Hernández dedicó su “Elegía Segunda”.
Entre las motivaciones que llevaron a los cubanos a luchar por España hay una que destaca sobre todas en la película: “Nosotros íbamos a luchar por la humanidad”, dice uno de los testimonios recogidos. Para Miguel G Morales, “es una historia de lucha por la humanidad o por la posibilidad de otro futuro que era lo que ocurría en España”, un país que en ese momento, se dice en la película que “era como un faro en la oscuridad del fascismo”.
“Fueron personas que sacrificaron su vida por la lucha de un ideal común pero que no estaban adscritos a una ideología en concreto. De los cubanos y las cubanas había gente no afiliada a ningún partido, otros al partido socialista, comunista, anarquista …”, expone.
La importancia de las imágenes inéditas
“Soy un obrero de las imágenes y de los archivos. Los archivos en mi trabajo intento tratarlos siempre con compromiso, con una Intención de servir para algo a la sociedad. Ya el hecho en sí de investigar en archivos y devolver a la vida a imágenes durmientes nos hace ser resistencia y eso conlleva una responsabilidad”, explica el director, que añade que se siente más un catalizador que un autor intentando dejar su rastro. “Un catalizador del sentido de esas imágenes. Navegar en esos significados para exponerlos, para hacernos preguntas y compartir, que al fin y al cabo es de lo que trata la cultura”, aclara.
Miguel G Morales subraya que antes de su trabajo hubo una película de los años ochenta, que se llama España en el corazón, de Belkis Vega, que contaba este relato de los cubanos y que cedió para que en Escuchar la sombra pudieran integrarse estos testimonios. “Era la única persona que había tocado este tema y se había invisibilizado su obra. Por ello, le hacemos este homenaje, para que esté dentro de esta película”, apunta.
Es productor asociado de esta película, Emilio Silva Barrera, periodista y presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y a través de él, el cineasta canario cuenta que ha podido acceder al archivo de la Universidad de Nueva York “y ahí es donde realmente yo encuentro casi el 60% del material está sacado de los archivos de la Abraham Lincoln Brigade”, asegura. Fue analizando plano a plano y contrastándolo con archivos de La Habana cómo pudo hilar y descifrar estas imágenes. Así es como da con un microfilm sobre la salida de los cubanos a España en el que hay fichas de esas personas y eso le permite hilvanar un montón de historias de personas que salieron, que estuvieron en los campos de concentración de Francia y que luego llegaron a Cuba años más tarde, o personas que quedaron por el camino y murieron.
La actualidad del relato de esta obra
Miguel G. Morales apunta que Escuchar la sombra es una película que hoy en día, en el contexto actual, cobra un significado con el que nos podemos identificar. “Ahora mismo en todo el mundo, en todo el planeta el fascismo, que es otro tipo de fascismo, está apoderándose de todo y por eso para mí es importante trabajar este tipo de historias”, afirma. “Para mí, es hacer resistencia el intentar contar historias que no nos han contado”, insiste.
“Me interesan este tipo de proyectos, con un compromiso con que las películas puedan servir para algo más allá de la creación autoral, y en este caso es dar luz sobre una historia oculta. Hay una secuencia muy bonita que a mí me gusta mucho que es cuando se habla de la otra España que es esa otra España que de alguna forma se perdió pero que no se perdió en la mente de la gente que fue a luchar y que puso su vida al servicio de esa idea”, añade.
Un equipo entre La Habana y Canarias
Escuchar la sombra es una obra independiente con una narrativa documental de ensayo con equipos de trabajo en La Habana y las Islas Canarias y que ha contado con la dirección de producción de Encarna P. Yanes. La banda sonora original es del músico Fajardo, que se estrena con esta composición y que ya había colaborado con Miguel G. Morales en las creaciones Huacal o Matul. Asimismo, la voz narradora es de la actriz y dramaturga cubana Mariela Brito y la postproducción de sonido viene a cargo del equipo formado por Sara Sánchez y Fabián Yanes.
El director explica que su vinculación con Cuba comenzó siguiendo los pasos de su abuelo paterno, nacido en La Habana. Además, cursó sus estudios en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños. Su primer cortometraje documental El viejo y el lago fue rodado en la Sierra del Escambray y su cortometraje de ficción Ekaterina también se estrenó en la Sección Oficial del Festival de La Habana en 2021 y se rodó en Juraguá y Cienfuegos. Todos los trabajos que Morales ha desarrollado en la isla se producen con la colaboración del escritor cubano Atilio Caballero, al que conoció en su estancia en la EICTV.
Escuchar la sombra es un proyecto independiente que se ha llevado a cabo con la ayuda del Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife. También ha contado la colaboración especial de la Filmoteca de Catalunya, el ALBA Abraham Lincoln Brigade Archive y la Universidad de Nueva York. Cuenta también con la colaboración del IISH de Amsterdam, el Instituto de Historia de Cuba, la Cinemateca de Cuba, el ICAIC, la filmoteca de Toulouse, Arqueología de Imágenes, Archivo del PCE o la Filmoteca Española.
La premiere mundial de este documental se produjo en el 45 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, el pasado 12 de diciembre. En el estreno estuvo presente parte del equipo técnico de Cuba y España.
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