La Cueva Pintada de Gáldar guarda “tesoros enterrados” en 2.000 metros cuadrados sin excavar

Europa Press

Las Palmas de Gran Canaria —

La Cueva Pintada de Gáldar, en Gran Canaria, es un yacimiento que permite al visitante viajar al pasado y conocer el poblado aborigen con sus secretos aunque aún guarda dos reservas arqueológicas de casi 2.000 metros cuadrados sin excavar.

Para conocer las peculiaridades de este yacimiento, el presidente canario, Fernando Clavijo, y su homólogo en el Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, visitaron la Cueva Pintada en la tarde de este martes.

Durante la visita Clavijo y Morales conocieron que el núcleo urbano de Gáldar se asienta exactamente sobre la antigua Agáldar y si bien el yacimiento de la Cueva Pintada afloró porque se encontraba bajo un cultivo, el resto del antiguo poblado se extiende bajo las casas cercanas al parque arqueológico.

De todos modos, matizan que entre el recinto y las edificaciones hay dos franjas de tierra que “guardan tesoros enterrados” que permanecerán para poder ser excavados con las técnicas del futuro. Así lo manifestó la directora del Parque Arqueológico, Carmen Rodríguez, a Clavijo y Morales, según informó este miércoles el Cabildo de Gran Canaria.

La Cueva Pintada está declarada Monumento Histórico Artístico desde 1972 y se trata de un conjunto arqueológico del Cabildo de Gran Canaria “valorado por su singular riqueza patrimonial”, así como por la forma que presenta a las personas que allí vivieron.

El yacimiento permite al público, unos 55.000 visitantes anuales, conocer a Arminda, la pequeña aborigen que tras ser entregada a los conquistadores es bautizada como Catalina, que posteriormente relatará su infancia en Agáldar.

Además, la Cueva Pintada te permite observar pinturas, con un significado aún por conocer, y diversas construcciones del caserío aborigen, una población que se distribuía por la isla en una treintena de poblados que “llegaron a sumar 20.000 personas y que acabó con la conquista, cuando se extinguió esta sociedad y surgió una nueva realidad”, como así se cuenta en un vídeo.

El yacimiento abarca 5.000 metros cuadrados y data del siglo VII al XVII, aunque la eclosión del poblado fue en torno al siglo XIII, como atestiguan los granos de cebada y gramínea encontrados en la Cueva Pintada, donde en 1882, cuando fue descubierta, también se encontraron cuerpos, vasijas y enseres.

La Cueva Pintada recibirá la próxima semana un nuevo premio en su décimo aniversario concedido por el centro internacional CICOP, que recogerá Antonio Morales en Alicante.