MADRID, 15 (EUROPA PRESS - Miguel Martorell)
Estos cuatro músicos hacen honor a su nombre y lo saben. Piden disculpas por irse por las ramas, por divagar entre ellos con preguntas que otros responden con automatismo, pero desprenden pasión y 'savoir faire'; por la música que hacen y por la música que escuchan. Su 'Eterno saludo musical' no es apto para oyentes con complejos.
En ocasiones, al periodista se le van de las manos las entrevistas. Lleva un cuestionario claro y el grupo que tiene sentado enfrente se lo desmonta con una especie de conversación caótica que puede prolongarse a lo largo de dos horas. El profesional tiene entonces dos salidas: sintetizar y presumir de haber compartido mesa con cuatro músicos de altura.
Nacho Olivares, Fino Oyonarte, Jaime Sevilla y Cristina Plaza poseen un largo currículum musical del que, sin embargo, no daremos pistas aquí. Como se habló en la extensa entrevista realizada para Europa Press, puede que los antecedentes de Los Eterno predispongan al oyente... o no y le aguijonee la curiosidad; pero, por precaución, respetaremos esa mirada limpia y sin prejuicios con la que creemos que uno debe acercarse a ellos.
Por poner etiquetas -qué manía periodística- diremos que se encuentran más cómodos con las comparaciones con Brian Eno o Yo La Tengo que con las que les acercan al krautrock, y que en su disco, 'Eterno Saludo Musical' -publicado el 17 de mayo únicamente en vinilo- las letras son inexistentes. Prácticamente, porque, si se presta atención, en una de las canciones se les puede oír recitar una frase.
El proceso de creación de Los Eterno ha sido largo. Empezaron tocando y experimentando en casa de Fino y Cristina -que llega tarde a la entrevista, pero demuestra una capacidad de concreción asombrosa para la idiosincracia que hasta el momento ha conducido la conversación- y, en algún momento, decidieron formalizar su música. Todo lo que tenían hasta ese momento estaba grabado en un walkman, explica Fino.
A lo largo de la entrevista, Los Eterno demuestran que el comunicado que les precede es cierto: “si algo tienen claro es que no tiene por qué haber nada claro”. Se les pregunta por las letras y hablan sobre la posibilidad de introducirlas o no; se les pregunta por el directo y discuten las posibilidades del formato incluyendo audiovisuales o no. Lo importante aquí es la música y lo demás, incluyendo esta entrevista, es accesorio.
Como tarjeta de presentación, el vídeo que acaban de estrenar, 'Rompehielos', una pequeña muestra de cómo trabajan Los Eterno y de cómo podría ser su directo; cuatro tipos partiendo de la improvisación para hacer una música envolvente, con centenares de referencias sonoras y cuya pretensión es sencilla: hacer de la música un medio de transmisión.
Y al rematar el texto, el firmante se queda con la duda de si ha podido sintetizar todo lo que dieron de si dos horas largas de conversación sobre música. Así que, solo por esta vez, entona el 'mea culpa' y se conforma con presumir de no haber hecho una entrevista al uso y haber tenido el placer de eternizarse en una mesa con Los Eterno.