Eugenio Amaya propone una mirada a la corrupción política en su obra 'Anomia'

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

El autor y director Eugenio Amaya propone una mirada a la corrupción política en su obra 'Anomia', un montaje cuyo estreno absoluto acogerá la Sala de la Princesa del Centro Dramático Nacional (CDN) a partir de este martes, 25 de septiembre.

La compañía extremeña Arán Dramática, fundada en 1990 por el propio Amaya y la actriz pacense María Luisa Borruel, se hace cargo de esta producción junto al CDN basada en un texto escrito por Eugenio Amaya en 2008 al leer las transcripciones de las escuchas a personajes imputados en casos de corrupción urbanística realizadas por las fuerzas del orden. Esas transcripciones de “delincuentes de cuello blanco” fueron las que marcaron el tono de la obra, ha explicado este lunes su autor.

Para Amaya, 'Anomia' (que la RAE define como “conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación”) se inspira así “en el espíritu de nuestra época, en donde no se asumen responsabilidades y se produce un saqueo constante de las arcas públicas”.

La obra, que sigue la línea original de la compañía de “recrear la realidad contemporánea”, aborda la historia de una concejala que se resiste con uñas y dientes a dejar su cargo y para ello hace uso de todos los recursos disponibles a su alcance. Aunque en principio los personajes no aluden a nombres reales concretos, “sus conductas y comportamientos sí lo son para los espectadores”, ha señalado Amaya.

TEATRO DE DENUNCIA

La obra podría enmarcarse en el teatro político o de denuncia, si bien su autor aclara que no se trata de una texto “panfletario” sino que pretende “aportar algo al espectador y hacerle disfrutar”. Para ello, la ironía está también presente en esta función que cuenta con un elenco artístico y técnico compuesto por extremeños.

“Ahí fuera hay muchos temas que son materia prima para hacer un teatro de primer nivel”, ha indicado Eugenio Amaya. “Esta obra es además, una invitación a la profesión para echarle huevos y conectar con el público”, ha sentenciado.

Este es precisamente el quid de la cuestión para este autor y director quien considera, preguntado por la controvertida subida del IVA cultural, que el asunto no es éste sino “qué tipo de cultura se hace en España”. “Necesitamos modificar esos hábitos de clientelismo. Falta curiosidad, un movimiento vertical que erradique esa mentalidad del artista al servicio del poder, pateándose los pasillos. Lo importante es hacer buenos trabajos y no amiguismos con el poder político”, asegura.

En su opinión, “el IVA es una porción de este grave problema”. “Hay que dar un giro que permita la libre competencia y la movilidad en la profesión, la igualdad de oportunidades, que haya necesidad de descubrir la excelencia donde surja”, ha agregado.

Amaya considera que España “tiene capacidad para ser competitiva mundialmente en materia cultural, pero es preciso trabajar duro para fortalecer ese legado”. “Ahora más que nunca hay que sentarse y ver qué podemos permitirnos para que no haya ni un asomo de despilfarro”, ha concluido.