Fábula bíblica entre panes de hamburguesas

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

Rodrigo García debuta en el Teatro María Guerrero, sede de Centro Dramático Nacional (CDN), con 'Gólgota picnic', un montaje inspirado en la Biblia, un libro que siempre “interesó” a este controvertido creador argentino “como fábula y literatura bellísima”.

Así se expresó este martes en la presentación del espectáculo que, a juicio de Gerardo Vera, responsable del CDN, es “una apocalipsis contemporánea llena de constantes preguntas” que “apela a la conciencia del espectador”, por lo que tiene algo de “poesía en libertad”.

“Me encanta trabajar con contradicciones porque en este espectáculo, además de preguntas, también hay muchas afirmaciones”, apunta García quien ha abordado la figura de Cristo “desde un lado sui géneris” y ha trabajado con la ayuda de un teólogo. “La muerte, como algo normal, es aquí el hilo conductor, aunque en escena hay mucha vida y una tensión entre lo que se dice y los actores, que luchan por vivir”, explica.

MILES DE HAMBURGUESAS

Una de las curiosidades de la puesta en escena es la utilización de miles de panes de hamburguesas que cubren por completo el suelo del escenario y que, prácticamente, deberán reponerse a diario hasta la última representación, el 6 de febrero. “Es una metáfora de la multiplicación de los panes”, señala recordado que siempre ha sido “muy crítico” con el 'fast food'.

Rodrigo García, que ya había trabajado antes con textos del Eclesiastés, señala, sin embargo, que tenía “pendiente hacer algo con la Biblia”. El creador argentino alude a la “calidad de la imaginación, la locura y el lado ético” que aporta este Libro Sagrado y al intento de Cristo “de llevar la doctrina del amor a una sociedad en la que resulta tan difícil vivir juntos y en paz”.

Esta coproducción del CDN, el Théâtre Garonne de Toulouse y el Festival de Otoño de París (donde se representará a lo largo de este año 2011 tras su paso por Madrid), cuenta con la colaboración del pianista Marino Formenti, que actúa desnudo en escena y que interpreta 'Las siete palabras' de Haydn, en alusión a las que pronunció Cristo en la cruz.

Formenti asegura que el Cristo de Haydn “es mucho más humano y desnudo” y que ésta ha sido una experiencia “completamente diferente para él, algo nuevo y profundo”, aunque aclara que musicalmente tocar el piano vestido o desnudo “no cambia nada”.

A este respecto, García explica que, aunque pueda parecer “efectista” es algo muy pensado que no hubiese propuesto si la música fuera de Beethoven, por ejemplo. “Al tocar, la pieza entera sigue las evoluciones del propio cuerpo de Marino, que parece un animal encima del piano. Me resulta conmovedor seguir su cuerpo como referencia”, confiesa y “en ningún caso hay un afán provocador, aunque sé que todo esto es una inusual escenografía teatral, pero sigo mi intuición”, apostilla.

En representación de los actores, Gonzalo Cunill asegura que la forma de trabajar de Rodrigo García es la misma de hace 20 años, cuando comenzaba con su compañía La Carnicería Teatro. “Se basa en la confianza mutua, un impulso intuitivo del que salga algo que guste. Como actor debes lanzarte a serlo y confiar en que esto tiene un sentido”, indica.