Fernando Arrabal: “Las Canarias que recuerdo son islas sucursales del infierno para almas virtuosas”

El dramaturgo Fernando Arrabal

Federico Utrera

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Conocí al dramaturgo Fernando Arrabal hace casi 20 años cuando vino de París a Madrid para impartir su memorable conferencia titulada Genios, Ingenios e Ingenuos, palabras con la misma raíz sobre las que edificó una catedral de imágenes imposibles de olvidar. De ahí nació el libro ¡Houellebecq! que edité y que la lleva como prólogo, así como mi adaptación teatrera Arraballebecq, nunca representada. Desde entonces muchas noches en Madrid y algunos días en París, calle Jouffroy D'Abbans. Nunca tuve su teléfono pero rara es la semana en que no aparece un mensaje suyo por email, canal que utilizo para enviarle este cuestionario, que él responde con generosidad acompañado de una original fotografía, texto que comienza así: muchas gracias por concedernos la entrevista para elDiario.es/Canarias Ahora con motivo de este año 2022 en el que, si Pan quiere y se lo concede, cumplirá 90 esplendorosos años. Por eso va a ser una entrevista “insular” y “archipielágica”. La primera pregunta es obligada. ¿Ha pisado alguna vez las Islas Canarias?

Fernando Arrabal (FA): Lo que sí es un honor es que su prestigioso diario se dirija a mí. El 22 de marzo de 1995 aterricé por primera vez y, desgraciadamente, única vez en Las Palmas ¿desplegando corolas?

Si su memoria lo recuerda, ¿por qué?

FA: Vine a ver a mi amigo -de  25 años de edad- Gata Kamsky. Un-ex-pobre-emigrante-ruso en Nueva York (y prodigioso ajedrecista que obtuvo un millón de dólares de un mecenas gracias a mi petición en el periódico l’Express). Esperaba yo, como así sucedió, que derrotara al otro candidato al campeonato del mundo, el jugador Viswanathan Anand de Tamil Nadu, al que se impuso (al día siguiente de mi aterrizaje) después de tres victorias, una derrota y siete partidas tablas, convirtiéndose en el aspirante oficial a ser campeón del mundo al vencer la final del torneo de aspirantes. Cada jugador de ajedrez, decía siempre Marcel Duchamp, es un artista.  

Usted escribió un poemario titulado Lanzarote, publicado por la editorial Suiza de André Delcourt en 1988 y con fotos de Emanuel Sanz. ¿Fue un poemario sobre el terreno lanzaroteño o fruto de su imaginación y sus alquimias sobre esas fotografías?

En febrero de hace 34 años publiqué ese libro. Nueve meses después (el 7 de noviembre de 1988), en un periódico madrileño analicé una posible relación entre Lazarote y Lancelot du Lac chevalier-de-la-Table-Ronde que soñaba con ser purificado con el Grial. La destrucción y el despertar de un Lanzarote deslumbrante darán a luz a una historia apocalíptica (según Lorenzo Carbaño) para convertirse en el mejor y más clásico texto de Houellebecq en octubre de 2000. ¿Cuando lealtad y grandeza se cruzan sin verse?

Desde que Platón escribió sobre la Atlántida en sus diálogos de Timeo y Critias, algunos historiadores (Viera y Clavijo) han querido ver esa Atlántida en las Islas Canarias. ¿A lo largo de su vida ha buscado alguna vez su Atlántida?

En el  Critias, Platón da detalles sobre sus habitantes y sus costumbres pero pocos sobre la isla, que sitúa “más allá de de las Columnas de Hércules”. Como se ha perdido el final no sabemos si Zeus castigará a los decadentes “atlantes”. Quizás para ser dignos de la leyenda los seudo-decadentes nunca quisieron saber si era lícito atravesar el muro que separa los sueños de la realidad. 

Su padre, condenado a muerte como Sócrates, no quiso arrepentirse ni defenderse, aunque con su huida, que al final le costó la vida, dejaba claro que no acataba la sentencia, al contrario que Sócrates. Con la perspectiva de su edad, en su carácter, ¿qué tiene más de su padre y qué de su madre?

Talento de mi padre: el héroe y artista que no he podido ni sabido ser. Talento de mi madre: capaz de  pervivir sin retrovisor “im tragischen Zeitalter” (en la edad trágica). 

Usted padeció un juicio por escribir una dedicatoria pánica y fue condenado en la época de Franco. También testificó en el juicio contra el escritor francés Michel Houellebecq. ¿Han sido los dos únicos encuentros con la Justicia o ha existido alguno más?

¡En 90 años únicamente dos juicios! Con una realidad que las palabras no pudieron expresar y una realidad que solo el verso pudo evocar. 

Usted es africano de nacimiento y europeo de vecindad. ¿Alguna vez le han llamado “africano” o le ha causado problemas su origen? 

Borges me llamaba con razón “africano” y aún más cariñosamente “africanito” la inolvidable Madre Mercedes. ¡La elegancia de Pan de haberme hecho nacer en África!  

Michel Houellebecq o Albert Camus también fueron africanos. ¿Tiene algo más en común con ellos?

¡Somos tan diferentes!  Picasso eligió, en vez de a Sartre, a Camus para la lectura de Le Désir attrapé par la Queue por ser hijo de “menorquina”... cuando todos soñaban con ser súbditos del Rey de Babilonia.

Juan de Yepes escribió: “Mi Amado las montañas, los valles solitarios nemorosos, las ínsulas extrañas, los ríos sonorosos, el silbo de los aires amorosos”... En su vida ¿cuáles han sido sus ínsulas extrañas?

Abandonadas o malditas con serpientes o fantasmas... Con las Canarias las que recuerdo son imaginarias como las Islas Afortunadas o los Campos Elíseos sucursales del infierno para las almas virtuosas; o la Hiperboré, una tierra paradisíaca para los bienaventurados; la mejor: la isla Buian, capaz de aparecer o desaparecer por pura voluntad.

¿Cree que a lo largo de su vida usted ha tenido buena prensa o mala prensa?

Qué hubiera sido de mí sin.... Creo que soy (sin merecerlo ni remotamente) una persona de suerte desde el instante en que nací.   

En su larga vida ha visto evolucionar los medios de comunicación de lo analógico a lo digital ¿Son “los mismos perros con distintos collares” o percibe algún cambio significativo en este contrapoder que es la prensa?

Todo es tan diferente... Me encantan estos inventos. Quisiera que cada día hubiera uno nuevo. ¿Todo es fabuloso, fetén y legendario a tenor de lo que rechazamos?

Cervantes hablaba de esa “Argamasilla del Alba” que eran los corrillos de la Plaza Mayor donde circulaban las noticias oficiosas de la Villa y Corte. ¿Cumplen a su juicio las redes sociales la misma función? 

En  esas redes pronto habrá ¿una La promenade de Vénus?, ¿una Tertulia con Pan?, ¿un Cenáculo de Nathalie Sarraute?, y, sobre todo, ¿la Modernidad de las Maravillas

Por último, el Festival Internacional de Cine de Almería le dedicó un espacio a su faceta de videoartista, la misma que Yoko Ono o el propio Michel Houellebecq, por citar a dos personas que usted conoce. Estudiada su obra audiovisual y cinematográfica, ¿podría recomendarme la de algún otro videoartista que merezca la pena conocer?

Memorable Festival. ¡Hay tantas personas! con veneno en la sangre, dispuestos a hacer todo lo que está prohibido...! (Demasiado temprano para ser cierto...) No podría elegir sin... Muchas gracias dear, cher & carissimo Utrera.

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