Los organizadores del Festival Internacional de Música de Canarias despedirán su trigésima edición “muy contentos” pese a la crisis, que ha obligado a ofrecer 12 conciertos menos que en 2013, por la buena respuesta del público, que ha hecho aumentar en un 8 % los ingresos medios en taquilla.
Un dato este que refleja que, “después de treinta años, el Festival de Música ha ganado en calidad y ha ganado en prestigio”, tanto en el ámbito internacional como en el propio Archipiélago donde se celebra, según ha destacado este viernes Xerach Gutiérrez, director general de Cultura del Gobierno de Canarias, que lo promueve.
Como prueba de sus afirmaciones, el director general ha expuesto que, en paralelo al referido incremento de los ingresos medios por concierto, que ha permitido sumar una recaudación total de 640.000 euros hasta ahora, cuando aún faltan por añadir los resultados de taquilla de los dos conciertos de clausura del certamen programados este viernes y sábado, también ha crecido la cifra de abonados al festival.
En concreto, ha señalado que este año se ha registrado una subida del 7 % de los abonados y, aunque sin poder precisar cuántos hay finalmente, ha valorado ese dato desde la tesis de que esas personas son “quienes mantienen el festival, si no económicamente, sí con su ímpetu, sus ganas y su empuje”.
Gutiérrez ha subrayado que las cifras apuntadas tienen aún más valor si se tiene en cuenta que el presente ha sido “un año complicado” para el certamen como consecuencia de la coyuntura económica adversa, que ha determinado que su oferta de conciertos se viera reducida.
Algo que ha matizado que se ha compensado preparando “un programa atractivo”.
En esa línea, la directora del festival, Candelaria Rodríguez, ha destacado el efecto que en el balance positivo de esta edición ha tenido la presencia de la Orquesta de Chicago, catalogada “entre las tres mejores del mundo” y como “la mejor de Estados Unidos” en palabras de su director, Ricardo Mutti.
Ya que “solo con los conciertos de la Orquesta de Chicago se ha reunido a 7.000 personas”, sumando el público de las distintas actuaciones que sus músicos han ofrecido a su paso por las islas, ha detallado.
Y ha opinado que ese es uno de los elementos que ha contribuido a que “el festival se afiance”, a pesar de que conseguir celebrar la edición de este año ha conllevado “un recorrido durísimo”.
Añadiendo que considera que la iniciativa tiene garantizada su pervivencia, más allá de las dificultades que haya tenido que afrontar en distintos momentos de su historia, “después de haber llegado hasta aquí en las actuales circunstancias”.
Al tiempo, ha alabado el hecho de que este año se hayan podido mantener las actuaciones que, además de las programadas en las dos sedes centrales del certamen, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, se ofrecen tradicionalmente en escenarios del resto de las islas para acercar hasta ellas esta cita cultural.
Actuaciones que el director general de Cultura ha indicado que son posibles “gracias al apoyo de los cabildos insulares”, que, cada uno en su isla, colaboran con su organización.
Xerach Gutiérrez y Candelaria Rodríguez han hecho este balance del XXX Festival Internacional de Música de Canarias al presentar los dos conciertos con los que se clausurará, que ofrecerá la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, bajo la batuta de su director titular, Pedro Halffter, y acompañada por la soprano Raquel Lojendio, esta noche y mañana en las dos capitales del archipiélago.