El paso del ciclón Festival de Música de Canarias deja en la ciudad tres emocionantes y gloriosos días de música, arte y cultura
A ver, rebobinando: Requiem de Fauré en la Iglesia de San Francisco de AsísRequiem .
La verdad es que no sabe una por dónde empezar, si por la emoción que te produce, saber que vas a escuchar uno de los Requiem más bonitos y delicados de nuestro legado cultural, por la que te produce el saber que el elenco seleccionado significa garantía de calidad, si hablar del lugar del encuentro y su precioso entorno, o la emoción de constatar que “a la gente” SÍ le gusta la música de calidad, que “la gente” sí va a “este tipo” de conciertos, que la música llamada en su generalidad Clásica, lo cual es en realidad un periodo histórico determinado, sí despierta interés y lo vivimos anoche en una Iglesia de San Francisco ,que pudo haberse desbordado de no haber sido por la profesional intervención de los responsables del acto por mantener el aforo establecido en dicha iglesia y evitar cualquier tipo de incidente.
Mucha gente acudió a la llamada del Requiem de Fauré, magnífica obra litúrgica que se aleja de la oscuridad propia de este tipo de composiciones, para centrarse en la luz que se supone más allá de estas fronteras. Este Requiem está considerado uno de los más bonitos y emotivos de su estilo, así como la obra maestra del autor, quien nos cuenta que su obra nace después de haber tocado el órgano en muchos servicios funerarios y, pensando que conocía ya demasiado bien las partituras de otros compositores, decidió que quería salirse de lo convencional: “En cuanto a mi Requiem, tal vez haya tenido el instinto de salir de lo convencional. ¡He estado acompañando los servicios funerarios en el órgano durante tanto tiempo! Estoy en un aprieto. Quería hacer otra cosa”.*
Se dice que para tal ocasión estuvo “inspirado” en el fallecimiento de sus padres, pero en sus propias palabras: “Mi Requiem ha sido escrito sin ninguna causa particular ... ¡por placer, me atrevo a decir! Ha sido interpretado por primera vez en la Madeleine, con motivo del funeral de cualquier feligrés”.**
También se dice que la belleza de su Requiem radica en que no se centra en el terror o el miedo a la muerte, sino en la belleza que existe tras ella, razón por la cual Fauré prescinde de los momentos “terroríficos” propios de los Requiems tales como el Dies Irae (La ira del Señor), que, la verdad, apunto a título personal, no pega nada esa ira con el carácter del Señor pacífico y bondadoso que siempre se nos ha mostrado. A este tenor, de nuevo en palabras del compositor: “Mi Requiem... se ha dicho que no expresa el miedo a la muerte, algunos le han llamado Canción de cuna de la muerte. Pero es así como yo la siento: como una feliz liberación, un anhelo de felicidad del más allá, más que como un pasaje doloroso”.*
Esperemos que Fauré tenga razón, pero de momento nosotros abandonamos la Iglesia de San Francisco con la impresión que él nos quiso transmitir la de haber alcanzado la luz, la sensación de felicidad del más allá pero en la Tierra. Así quedamos, como flotando en el espacio infinito gracias a la música y a su soberbia interpretación de la mano protagonista del Coro de cámara Ainur, interesante conocer el origen de su nombre, este coro, por el cual siento, por cierto, una especial debilidad, es uno de los mejores coros de territorio nacional y esto no es Chauvinismo sino realidad, si no, miren.
El coro Ainur nos mostró anoche el porqué acompañado por un ensemble de la cada vez más presente y potente Orquesta Sinfónica de Las Palmas, dirigida por otro gran hacedor y conocedor de las entrañas de la música, nuestro querido José Manuel Brito y con la excelente participación de los solistas Tania Lorenzo, soprano, y Fernando Campero, tenor.
Gran elenco de nombres de la tierra que dejaron claro lo alto que está nuestro listón a todos los niveles. A quienes quieran escuchar esta obra y apreciar la calidad de los nuestros, recordarles que aún tienen varias oportunidades durante el recorrido de la obra por las islas de Lanzarote, el 24 de enero, Fuerteventura, el 25 de enero, La Gomera el 31 de enero, y La Palma, el 1 de febrero. ¡No se lo pierdan! Así tendrán el valor añadido de un entorno diferente y el contribuir además a la causa “turismo local”.
*Entrevista con Louis Aguettant, el 12 de julio de1902, publicada en Comœdia el 3 - 9 mars 1954.
**Gabriel Fauré - Correspondance présentée et annotée par Jean-Michel Nectoux, collection Harmoniques, 2 Flammarion, Paris 1980. 363 p.75
***Fauré, collection Solfèges, Paris 1972 et 1995 (1re édition)(2e 3 ) 256 p 74-75
0