El Mayo del 68 francés ha sido reivindicado en el Festival Internacional de Las Palmas de Gran Canaria como “el origen de los nuevos cines” que ampliaron las posibilidades creativas de ese arte y diversificaron sus discursos partiendo de una “crítica radical del modelo de Hollywood”.
El rechazo surgido entonces a las fórmulas impuestas por la llamada Meca del Séptimo Arte, cuyo modelo fue “muy duramente cuestionado y criticado” como “un cine ilusorio, que engaña a los espectadores y les hace ver el cine como una mentira”, dio lugar a opciones alternativas, según ha sostenido el especialista en esta materia Manuel Vidal, profesor universitario y crítico.
En un coloquio que ha servido de presentación del ciclo Revolución 68, programado en la 18 edición del Festival de Cine de la capital isleña con motivo del 50 aniversario de aquellos acontecimientos sociales, Vidal ha subrayado que, en su vertiente artística, ese movimiento “desata una movilización de cineastas de todo el mundo” deseosos de cambiar las formas de filmar.
Su planteamiento ha sido secundado por el también historiador del cine Santos Zunzunegui, que ha opinado que quienes, medio siglo atrás, arremeten contra las maneras de hacer películas que imperaban hasta ese momento, “consiguen lo que parecía imposible” al propiciar la viabilidad de otras miradas y propuestas alejadas de lo habitual.
Ya que, al trabajar por crear “un cine radicalmente distinto”, los abanderados franceses de esa oposición a los cánones establecidos abrieron perspectivas y campos narrativos antes inexplorados, ha insistido Manuel Vidal.
Como ejemplo extremo de las iniciativas originales surgidas en ese contexto histórico, este crítico ha rememorado la labor de artistas que hacían “películas de tres minutos de duración o menos que se rodaban y no se montaban y se ponían de inmediato” a disposición del público, a veces invadiendo salas comerciales de proyección de las que huían tras hacer uso de sus pantallas.
Algo que ha destacado que hacían desde una concepción de sus grabaciones “como arma de combate”.
Ese proceder y los de otros creadores que innovaron tanto en el lenguaje y los contenidos como en los canales de difusión de sus obras audiovisuales fueron la raíz de “unos años en los que el cine abre mil caminos”, ha considerado Zunzunegui.
Experto que ha compartido la idea de que el llamado Mayo Francés se convirtió en “un punto de inflexión” en lo referente a cómo entender ese arte.
Una idea sobre la que ha querido invitar a reflexionar al espectador en su edición de este año el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria con Revolución 68.
Ciclo que incluye una selección de filmes de aquella época en la que “son todos los que están pero no están todos los que son”, ha advertido el director del certamen, Luis Miranda, aunque desde el parecer de que la muestra preparada permitirá al público aproximarse al fenómeno que se dio entonces y hacerse una idea de sus dimensiones e implicaciones.