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La justicia rusa declara culpables a las integrantes de Pussy Riot

MADRID, 17 (EUROPA PRESS)

Tres de las cinco integrantes del grupo ruso de punk-rock Pussy Riot han sido declaradas culpables de actuar con “vandalismo motivado por odio religioso”, según la jueza Marina Syrova en un veredicto recibido con múltiples protestas de simpatizantes del grupo y opositores al presidente ruso, Vladimir Putin.

Yekaterina Samutsevich, Maria Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova --de 29, 24 y 22 años de edad, respectivamente-- desconocen todavía cuál será su condena por organizar un concierto espontáneo contra Putin en la catedral ortodoxa de Cristo el Salvador en Moscú. El fiscal ha pedido tres años de cárcel.

El veredicto ha sido recibido con gritos de “vergüenza” y “Putin, eres escoria” por los manifestantes concentrados ante la Embajada de Rusia en Londres, según informa 'Russia Today', mientras en las redes sociales se ha comenzado a divulgar una foto que muestra al político y ex campeón de ajedrez, Gary Kasparov, forcejeando con las fuerzas de seguridad rusas.

Kasparov, acérrimo crítico del Kremlin, formaba parte de la manifestación convocada ante el tribunal de Moscú para solcitar la absolución de las integrantes del grupo.

El mes pasado, el grupo pidió perdón por el “error moral” que cometieron pero se declararon inocentes de los cargos de vandalismo de los que se les acusa. “Nunca dijimos nada para insultar a los creyentes, a la Iglesia o a Dios”, aseguró Tolokonnikova en un comunicado leído por los abogados del grupo durante el juicio.

Las chicas que forman parte de Pussy Riot pensaban que se iba a comprender el carácter irónico de su “oración punk”, según Tolokonnikova. Pero “puede que no tuviésemos derecho a invadir un lugar ritual”, ha añadido, según la agencia de noticias RIA Novosti.

Cinco integrantes de Pussy Riot entraron en el templo con el rostro oculto el pasado febrero para realizar, ante la mirada atónita de los guardias de seguridad, una actuación para denunciar el apoyo de la Iglesia Ortodoxa a la campaña electoral de Putin, que entonces era primer ministro, para volver al Kremlin.