Luis Mateo Díez: “Cuando la voluntad falla, el pensamiento tiene lucidez”

MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

“Cuando la voluntad falla, el pensamiento tiene lucidez”, afirma el escritor Luis Mateo Díez, con motivo de la publicación de su última novela, 'Pájaro sin vuelo' (Alfaguara). El autor de 'La fuente de la edad' reivindica en esta ocasión el poder de los sentimientos frente al mundo de las ideas.

Ismael Cieza, protagonista de este relato, es dueño de una vida llena de irresoluciones cuyo hilo conductor siempre ha sido el mismo: dejarse llevar. “Su patrimonio está lleno de sentimientos y emociones contradictorias que a veces ayudan a encontrar lucidez y otras, en cambio, a su incertidumbre”, ha explicado el escritor en declaraciones a Europa Press.

Mateo Díez confiesa que sus personajes siempre tienen un “componente de fragilidad”, algo que tiene que ver con la “incapacidad de hacer un uso resolutivo de ella”. Por ello, Cieza se presenta ante los lectores como un hombre “bastante inútil” y “lleno de incapacidades”, aunque eso no significa que no sea una persona con una vida “intensa” y un “mundo interior fuerte”.

A su juicio, actualmente “vivimos en una sociedad en la que se nos piden muchas resoluciones, decisiones, tener unas convicciones firmes, muy claros los actos que tenemos que hacer y ejecutar. Sin embargo, el componente fundamental está en lo frágiles que somos”, destaca el escritor.

Esa sociedad “competitiva y radical” que lamenta Mateo Díez le sirve como lienzo para trazar unos personajes “héroes del fracaso”, según él los describe, predestinados a los “pequeños fracasos”. Por ello, puntualiza que Ismael Cieza no es un perdedor “en el sentido estricto de la palabra”, porque todos “estamos llenos de pérdidas y a veces nos perdemos y extraviamos por los laberintos de la vida”.

EL MICROCOSMOS DE LA REALIDAD

Para Mateo Díez, “la ficción es el gran espejo que uno desarrolla en el arte de narrar”. Por ello, reivindica un “uso fuerte de la imaginación”, así como “construcciones imaginarias poderosas”. Además, no se conforma con contar la vida, sino la realidad más comprometida de los personajes y el sentido de su existencia.

Al autor de 'Pájaro sin vuelo' le interesa entrar en el mundo de su protagonista, en su “realidad, microcosmos y espacios en los que vive”, y lo hace “con muchos ojos”, es decir, con un “gran despliegue” de técnicas narrativas que usa “con naturalidad”, sin un uso deliberado de experimentación.

Aunque el lector es “quien manda” y quien “lo tiene claro”, es quien “pone orden en el desorden”. Por ello, la felicidad puede ser un elemento “engañoso”, porque “se busca intensidad en la experiencia de vivir”. “En el creador de ficciones esa posibilidad es muy profunda, y siempre he pensado que felicidad señuelo engañoso”, afirma.

El escritor respeta la novela como entretenimiento, una “vía honorable”, a su juicio. Sin embargo, y más en los tiempos que corren, el “exceso editorial” ha hecho perder hasta la “propia solvencia de los autores, el poder de los escritores y el mundo personal de los creadores”.

Por ello, Mateo Díez lamenta que, “en un intento de fabricar un producto entretenido, se ha exagerado y se ha hecho un maltrato y una degradación de la ficción”. “Escribir una novela siempre es vivir y recrear esa vida, y una novela de entretenimiento hecha con solvencia es una variante que siempre ha existido”, ha dicho.